lunes, 5 de mayo de 2008

Desaliento

Desaparecer, carecer de nombre y rostro; no ser una extraña porque entonces ocuparía un lugar, aun insignificante, pero existiría. Existir, he ahí el detalle. Si no soy, no pienso.

La existencia debería ser una opción, no una imposición. Recibir un sumario de lo que sería tu vida, el vivirla resultaría de un sí o un no; en caso segundo, permaneceríamos en el vacío, polvo entre polvo, aire, partícula de un todo que en realidad es nada. Tal vez no aprendería a sentir, llorar, reír, pero como no hace falta aquello que se desconoce o ignora, daría igual.

3 comentarios:

  1. Me identifico tanto con este texto. Me ha llegado mucho, en especial la línea en la que dices que la existencia debería ser una opción, no una imposición.

    Ay, amiga, ahora no puedo decirte gran cosa, tan sólo que te entiendo...te entiendo.

    Abrazos enormes.

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  2. Existir es nuestro placer y nuestro dolor. Nuestro mal necesario y nuestro bien obligatorio.

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