miércoles, 10 de julio de 2013

Amor de hermanas


Que felicidad siente el corazón al saber que se tienen una a la otra y que serán las mejores amigas.

sábado, 6 de julio de 2013

No siempre se puede


"Hoy puede ser un buen día, plantéatelo así", dice Serrat. Sin embargo, hay días en que por más que uno se lo proponga, no hay forma de sacudir el desazón que llevamos dentro. Amanecí con un dolor de cabeza que insistía en perturbarme a pesar de tomar pastillas varias veces. Las niñas me despertaron a las 5:15, 6:15 y 7:15 AM, como si tuvieran relojes internos que en algún momento se pusieran de acuerdo. En la tercera me di por vencida y me tiré al sofá para no dejar sola a Lucía. Miré a mi alrededor y recordé que la casa estaba un desastre, que el barbeque del día anterior había dejado bastante quehaceres y la verdad no tenía deseos de tan siquiera levantarme a preparar café. Creo que cuando empiezas el día de mala manera, no hay forma de salvarse de él. Hoy no había ánimos para mucho. Así que dejé la casa tal cual y cuidé de las niñas lo mejor que pude. Hoy no fui buena madre y ama de casa, pero, de más esta decir que no siempre se puede. No somos seres perfectos.

miércoles, 3 de julio de 2013

Cambios

“Has cambiado de parecer respecto a una idea y en dado caso, como surgió ese cambio”? Era esa la pregunta del día en el programa radial que escuchaba esta mañana mientras conducía mi auto. Escuché unas cuantas historias, entre ellas: cambios de opinión sobre reglamentación del uso de armas en Estados Unidos, aceptación de una nueva creencia religiosa y, la que más llamó mi atención, cambio de parecer de una madre que había decidido volver a trabajar luego de ser madre tiempo completo. Enseguida subí el volumen. Contaba la señora que desde que estuvo embarazada con su primer hijo tomó la decisión de dedicarse a su bebé tal como había hecho su hermana. Cuenta que ama a su hijo y le encanta ser madre pero que la pasión que siente por su profesión era tal que necesitaba regresar, necesitaba el roce con otros adultos, que el ser madre tiempo completo era aislante y muy solitario. Comprendí perfectamente aunque no puedo decir que haría lo mismo, al menos no en mis circunstancias.

Hace seis meses dejé mi trabajo de oficina para dedicarme a mi familia. No fue una decisión fácil pero era la mas práctica y a la vez lógica, así que lo hice sin pensarlo mucho. Digo que no fue fácil porque me considero una mujer independiente, que no gusta de depender de otros y, porque además, ese no fue el ejemplo que tuve de mi madre. Al mismo tiempo, sabia que mis niñas necesitaban de mí y mi esposo igual de nosotras. Conformábamos una familia pero no compartíamos lo suficiente para llamarnos tal. Y quizás la mayor motivación para esta decisión fue el hecho de que no sentía nada por mi empleo, no podía llamarle profesión porque no lo era, no había pasión de la que hablaba la señora en la radio, el oficio y lugar que una vez amé se había convertido en un simple trabajo que pagaba cuentas y cubría gastos.

Ya van seis meses y mentiría si digo que lo extraño. De vez en cuando me hace falta la cuidad, el ruido, el conversar con adultos, el perderme en mis pensamientos mientras viajo en tren, estar al tanto de las noticias, entre otras pequeñas cosas pero, en verdad no extraño la oficina ni el estrés que me causaba la vida que estaba llevando. Sí extraño el sentirme productiva, sentirme parte de algo no relacionado a mi hogar, tener un espacio propio para poblar mis pensamientos… tener tiempo y ánimo para crear.

Es cierto que  a veces me canso, pasan los días y todo lo que he hecho gira en torno al hogar y a mis hijas, dejándome agotada y con ansias de otros aires. Quizás si tuviera esa ‘pasión’ las cosas serían distintas, aunque en el fondo lo dudo. Cuando me siento abatida, pienso que lo que hago es por el bien de ellas y, porqué no, para el mío también. En unos años comenzarán la escuela y mi tiempo con ellas será limitado. Quiero disfrutar estos añitos y por más difícil que a veces parezca, sé que soy una de las pocas que hoy día cuentan con esa dicha.

Quizás no tenga una carrera profesional y quizás mi pasión por otras cosas como la escritura y fotografía hayan quedado en un segundo o tercer plano pero, siento que para ello habrá tiempo; solo es cuestión de esperar, de ser paciente.

En conclusión, sí, he cambiado de parecer respecto a ser madre a tiempo completo, es algo que nunca pensé que haría y, sin embargo, es la mejor decisión que he tomado en mi vida.