El frío templado ha mermado. Quizás a ello se deba mi buen ánimo. Mi cuerpo no se adapta al invierno, a este clima noreste en donde he decidido sembrar raíces. ¿Acaso florecerán algún día? ¿Será posible dejar huellas donde el viento sopla con tanta fuerza que a él no se resisten los árboles ni las flores, donde prevalece el gris y el éter pasa de pronto, con timidez…?
Quizás mi alegría se deba al alba, al ardor que arropaba su cielo; he aquí una foto que tomé de ella:
Quizás mi alegría se deba al alba, al ardor que arropaba su cielo; he aquí una foto que tomé de ella:
Hola...
ResponderEliminarme gusta como escribes por aquí y la foto está buenísima.
Saludos poéticos y palmas para ti...