domingo, 25 de octubre de 2009

Espectadora

Cada día que pasa me asombro más de mi cuerpo, de las formas que va tomando sin que pueda yo hacer nada para detenerlo, es como si tuviese vida propia o, mejor dicho, como si la vida que lleva dentro fuera dirigiendo cada paso suyo dejándome como simple espectadora del proceso.

No reconozco las repentinas curvas y pechos, así como tampoco comprendo la inexplicable tristeza que de vez en cuando me azota. A veces quiero correr y él me lo impide. Me engaño intentando llevar la vida al mismo paso pero luego termino rindiéndome ante él, aceptando el hecho de que soy sólo un medio, el motor que lo impulsa, nada más; yo simplemente le sigo, sobrellevando la situación como pueda, sabiendo que al final la gratificación será mayor.

Hoy día soy como la tierra, siempre a merced del hombre y la inclemencia del tiempo, tierra que alberga las raíces de un mañana, tierra que sufre y se regocija en sí misma.

martes, 20 de octubre de 2009

Se cuelan por entre las sombras...



Se cuelan por entre las sombras
por entre arcos minuciosamente concebidos
para sobrevivir la evolución de una ciudad
el moho y desgaste
infiltrado en su seno

en ello
un contraste de ciclos
vidas que ahondan cimientos
habitados por otros
completamente absortos en vitrinas
rellenas de objetos inútiles
desechables
como aquellas historias que no han de repetirse
esas que mueren en silencio
ocultas bajo siglos de pintura
y paredes de cartón.

lunes, 19 de octubre de 2009

de repente el río...


de repente el río
es simplemente río
acumulación de materia y desechos
nexo entre dos existencias:
una en que se habita
otra en que se alquila

martes, 13 de octubre de 2009

Intento de regreso

Me he mantenido distante por mucho tiempo, guardando silencio como si a través de el pudiera partir, desaparecer y dejar de ser, una partida temporal hasta no sólo encontrar el camino de regreso sino también estar listo para ello.

En cuestión de días me cambió la vida y desde entonces la he pasado de viajera, saltando de nube en nube y una que otra vez pisando tierra, mas por obligación que por preferencia. Hace unos cinco meses una visita al doctor me confirmó que estaba embarazada. No sabía si estar feliz; me aterraba la idea de que resultara en una pérdida más y tanta incertidumbre me atemorizaba.

En los meses siguientes mi cuerpo comenzó a tomar otras formas y me fui adaptando a los cambios, aceptando que ya no era la misma y que jamás lo sería puesto que mi vida ya no me pertenecía. Mi más grande temor ya no era pregunta, suposición o espera. Sin quererlo había renunciado a una parte de mí.

No sé donde estaré en unos meses, lo único cierto es que seré madre a principios del próximo año (suponiendo que todo salga bien). Por el momento quiero tratar de recuperar lo que de mí queda mientras me preparo para tan importante papel. Es cierto que estoy llena de ansias y miedo pero igual me siento una mujer afortunada.

Ya veremos como paso los meses que faltan. Por el momento estoy aquí y ojala pueda darle continuidad a este blog que en otros tiempos trajo tantas alegrías a mi vida.