Cada día que pasa me asombro más de mi cuerpo, de las formas que va tomando sin que pueda yo hacer nada para detenerlo, es como si tuviese vida propia o, mejor dicho, como si la vida que lleva dentro fuera dirigiendo cada paso suyo dejándome como simple espectadora del proceso.
No reconozco las repentinas curvas y pechos, así como tampoco comprendo la inexplicable tristeza que de vez en cuando me azota. A veces quiero correr y él me lo impide. Me engaño intentando llevar la vida al mismo paso pero luego termino rindiéndome ante él, aceptando el hecho de que soy sólo un medio, el motor que lo impulsa, nada más; yo simplemente le sigo, sobrellevando la situación como pueda, sabiendo que al final la gratificación será mayor.
Hoy día soy como la tierra, siempre a merced del hombre y la inclemencia del tiempo, tierra que alberga las raíces de un mañana, tierra que sufre y se regocija en sí misma.
No reconozco las repentinas curvas y pechos, así como tampoco comprendo la inexplicable tristeza que de vez en cuando me azota. A veces quiero correr y él me lo impide. Me engaño intentando llevar la vida al mismo paso pero luego termino rindiéndome ante él, aceptando el hecho de que soy sólo un medio, el motor que lo impulsa, nada más; yo simplemente le sigo, sobrellevando la situación como pueda, sabiendo que al final la gratificación será mayor.
Hoy día soy como la tierra, siempre a merced del hombre y la inclemencia del tiempo, tierra que alberga las raíces de un mañana, tierra que sufre y se regocija en sí misma.
Las mujeres son maravillosas.
ResponderEliminarTe entiendo. Nunca he estado embarazada pero entiendo lo que debes sentir. Esta entrada me ha encantado. Esta eres tú: Joanne. La de siempre. La que se pregunta las cosas, la que reflexiona, la que introspecciona desde su guarida.
ResponderEliminarHola Víctor, gracias por la visita. Hacía tiempo no te veía por acá.
ResponderEliminarJoanne
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Hola Ro,
La verdad que me ha tomado tiempo pero poco a poco iré volviendo a la Joanne de antes, por lo menos en cuanto se refiere al blog porque esta cabecita mía nunca ha dejado de cuestionarse y complicarse.
Abrazos,
Joanne