Releyendo el poemario que trabajé durante la maestria y que aún no me animo a publicar encontré un poema que nunca compartí en este blog. Debo confesar que casi no me reconozco. Son mis versos y sin embargo, la Joanne que los escribió me parece extraña y lejana. Lo que me pareció interesante fue que, a pesar de haber escrito ese poema hace tal vez cinco años, bien podría haberlo escrito la mujer que soy hoy. Aquí se los dejo:
Un
zigzagueo inmutable se repite hacia el infinito.
En
este ir y venir
ella
se pierde un poco cada día
se
va fundiendo en la automaticidad de las cosas
que
no requieren impulso o propensión alguna
porque
todo esta predeterminado
hecho
de acuerdo a una medida
como
metal que se recicla una y otra vez en un troquel.
Va bien con la fotografía, aunque es claro que hablas de algo más.
ResponderEliminarHola Víctor, en realidad el poema comenzó por la fotografía y luego tomo rumbo propio.
ResponderEliminarSaluditos, Joanne.