domingo, 10 de noviembre de 2013

Aire festivo

Cuan rápido han pasado estos días, o mas bien semanas. He estado ocupada en casa con las niñas, visitas y preparativos de navidad. Sí, ya estoy con la mente en navidad. Es el primer año en que comienzo a celebrar tan temprano. Y digo celebrar por que el ponerse a decorar, comprar o hacer adornos, sacar luces guardadas desde hace un año es de alguna forma celebrar; y mas cuando puedes compartir todo esto con tus hijos, hacerlos cómplices de tu amor por esta festividad. Por ahi viene el día de acción de gracias y a pesar de que la cena familiar será en mi casa la verdad no me llama la atención hacer nada por ese día salvo la cena. Aun no he pensado en menú y eso esta a poco más de dos semanas. Sin embargo, no estamos en diciembre y esta mañana puse a sonar canciones navideñas en Pandora y encendí las luces a mi pequeño pueblo navideño.

Mis hijas están encantadas con el árbol y realmente hice lo posible por hacer de la decoración algo especial con ellas, hacerlas participe de todo y que lo disfrutaran. Quiero tratar de que cada año se emocionen con la llegada de esta época, que sientan que es algo más que los regalos, una ocasión para compartir, o mejor que se convierta en una tradición familiar los preparativos, las canciones, el arbolito. Quizás pido mucho pero cuando pienso en mi niñez, uno de mis mejores recuerdos son de las cenas y reuniones familiares (hermanos, primos, tíos…) no sólo en noche buena sino acción de gracias y año nuevo. En mi casa siempre hubo árbol de navidad y esta fecha era especial. Quiero algo parecido para ellas. Este año será de los pocos en que mi familia se encuentre completa en noche buena, no solo estarán mis padres sino también mi primer sobrino que nacerá a principios de diciembre (mi hermano lo ha estado esperando ya por muchos años). 

En fin, esta semana me la he pasado de buen ánimo, disfrutando del aire festivo que ha empezado a embargar la cuidad (Nueva York me parece más hermosa durante esta época). Aquí algunas fotos recientes: 
Haciendo adornos para el arbolito.
Llenando una bolita para el árbol.
El pueblo navideño fue todo un éxito (pero los muñequitos tuve que quitarlos por que iban en peligro).

miércoles, 23 de octubre de 2013

Un poema

Releyendo el poemario que trabajé durante la maestria y que aún no me animo a publicar encontré un poema que nunca compartí en este blog. Debo confesar que casi no me reconozco. Son mis versos y sin embargo, la Joanne que los escribió me parece extraña y lejana. Lo que me pareció interesante fue que, a pesar de haber escrito ese poema hace tal vez cinco años, bien podría haberlo escrito la mujer que soy hoy. Aquí se los dejo:


Un zigzagueo inmutable se repite hacia el infinito.

En este ir y venir
ella se pierde un poco cada día
se va fundiendo en la automaticidad de las cosas
que no requieren impulso o propensión alguna
porque todo esta predeterminado
hecho de acuerdo a una medida
como metal que se recicla una y otra vez en un troquel.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Apego repentino


Apenas las once de la mañana y ya me siento abatida. Hoy tocaba a las niñas ir al day care y Stella por segunda vez se negó a ir. La semana pasada tuve que regresar con ella a casa por que insistía en que ya no le gustaba ir, que quería quedarse conmigo (Lucía felizmente se quedó). Desde hace unas cuantas semanas voy notando que ambas niñas se han ido apegando demasiado a mí, al punto de no querer ser atendidas ni por su padre. No le estaba dando mucha mente al asunto hasta hace unos días. Ahora comienzo a dudar qué tanto le beneficia el estar conmigo en casa. O mejor dicho, sé de los beneficios pero, ¿cómo hago para no sentir que las sobre protejo, para que ellas no se acostumbren a depender totalmente de mi, para alivianar sus miedos en vez de aumentarlos? Soy su mamá y sé que lo natural es que los niños confíen en que sus padres los pueden proteger así como responder a sus inquietudes pero tarde o temprano tienen que ir a la escuela, separarse de los brazos de su madre para socializar con otros niños, aprender de todo cuanto le ofrece el mundo y su alrededor.

Lucia aún esta pequeña y su apegamiento es más que comprensible, lo acepto y apoyo. Stella tiene tres y medio y su repentina dependencia no es normal en ella. Ella de por sí es algo introvertida (heredó mi personalidad), pero siempre ha sido independiente y sociable. Quiero que ella se sienta cómoda donde quiera que vaya, que no necesite esconderse detrás de mi para hacer sus cosas. No sé si me explico. Claro que estaré a su lado siempre, pero no quiero que sea la niña extremadamente tímida que fui, siempre en las afueras, esperando a que alguien se acerque, solitaria e insegura de mí misma y con miedo a tomar cualquier paso o decisión. Aun hoy, a mis treinta y cinco años, hay rasgos de esa niña y, sé que esa inseguridad y miedo es lo que en parte me ha cohibido de lograr algunas metas o de por lo menos intentar alcanzarlas. No quiero eso para mis hijas. Deseo que luchen por lograr sus sueños, que nada se interponga ante ellos, ni si quiera yo, su madre. Aun así, siempre estaré a su lado protegiéndolas como pueda, aconsejándolas para que tomen el camino que me parezca más seguro y apropiado para ellas, ofreciéndole mi amor infinito.

Espero encontrarte de mejor ánimos esta tarde, mi niña.

jueves, 12 de septiembre de 2013

La granja

La semana pasada visitamos el Queens County Farm, lugar que se ha convertido en un favorito para nosotras. Muchas de las flores que vimos en nuestra ultima visita no estaban; lamenté encontrar a los inmensos girasoles ya marchitos, señal del cambio de estación. Algunos animales también estuvieron ausentes, no sé si por ser día de semana o por el clima. Estuvo nublado durante gran parte del día (ideal para fotos a esas horas) y nos acompañó un hermoso silencio. No hicimos mucho: caminar, correr, tocar un que otra flor y disfrutar del silencio y verdor que nos rodeaba. Miré a mis niñas jugar juntas, recoger piedras, reír y simplemente ser. La mayor parte del tiempo caminé detrás o en frente de ellas, dejándolas seguir su curiosidad y asombro, pero siempre observándolas, como para no perder por un segundo sus sonrisas y alegría. 

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Cierre del verano

Hoy el clima está de agosto. Sin embargo, llevo presente que dentro de poco esta calidez cederá paso al otoño. Ayer pasé el día organizando los closetsgavetas de las niñas, haciendo lista mental de lo que necesitarían una vez ya no puedan usar pantalones cortos y sandalias. También estuve anotando cosas que hacer y lugares para visitar antes de que el clima cambie por completo.  En realidad, mhubiera gustado hacer más, como ir al carrusel de Brooklyn Bridge Park o visitar Governors Island, pero este verano fue algo agotador y complicado con la visita de mi suegra y la mudanza y organización del nuevo apartamento. En general, creo que fue un buen verano pero para el próximo pienso ser un poco más diligente y planear mejor mis días, tal vez así logre tener un calendario lleno de actividades, paseos y cosas interesantes que hacer con las niñas.

Aquí, una breve reseña de nuestro verano según imágenes tomadas por mi celular: