Esta semana no fue muy diferente a las demás, salvo que estuve de mejor humor. Durante la clase del martes discutimos la autobiografia de Cellini, su increible arrogancia, y su tan querido Perseus. En realidad discutimos a Cellini después de la profesora haber hablado por más de una hora sobre cómo ha decaido la calidad de la educación en Estados Unidos, la educación primaria especificamente. Ella nos contó que su hija, estando en cuarto de primaria, no sabia multiplicar ya que a los estudiantes hoy dia no se les enseña matematicas como hacian antes. Ella explicó un poco el método de enseñanza que usan hoy dia las escuelas pero es tan ridiculo e incomprensible que se me hace dificil repetir sus palabras. En verdad no entendi y me sorprendió puesto que cuando yo hice la primaria en esta cuidad era totalmente distinto.
En cuanto a la clase del miércoles, el tema era la pelicula Adaptation, escrita por Charlie Kaufman y dirigida por Spike Jonze. La pelicula es interesante porque nos permite ver la creación y proceso de un gión de cine mientras el autor nada en un mar interminable de frustaciones, complejos y fracasos. Lo que comienza con la imposibilidad de adaptar un libro al cine por querer mantener la pelicula fuera de los lineamientos de Hollywood, termina convirtiéndose nada mas y nada menos eso: un producto más del cine norteamericano.
La noche del jueves fue algo divertida. La pasé en mi casa entre amigos, música, baile y vino.
El viernes fui a ver a Gael Garcia en Diarios de Motocicleta. La pelicula me encantó pero debo admitir que esperaba más de ella, es decir, queria que fuese más extensa, que me contara un poco más sobre la travesia del Che y Alberto. Pero bueno, tendré que terminar de leer el libro. Sin duda la mejor parte de la pelicula son las vistas panorámicas de Sur América: el Amazonas, la pampa Argentina, Macchú Picchu, los Andes. Qué bella es nuestra América!
Para completar mi semana, hoy me tocó estar de voluntaria en Jackson Heights, Queens. Fue un dia existoso ya que, apesar del frio, logramos hacer 26 encuestas. De las personas con las que logré hablar me impresionó mucho un señor de unos 54 años (más o menos) que vive actualmente en New Jersey con un hijo y un sobrino. El señor tenia muchas ganas de hablar, deseos de que alguien le escuchara. Los veinte minutos que tarda la entrevista terminó casi una hora después. Lo escuche atentamente y sin interrumpirlo porque percibi su necesidad de desahogarse. Me contó que tarda tres años en ver a su familia y que siente mucho dolor y nostalgia cuando habla con ellos por teléfono. El viajar a Méjico a ver a su familia es todo una travesia; debe cruzar la frontera como pueda y correr el peligro de deshidratarse por el calor. Me contó de sus deseos de conocer otras tierras y de su conformidad con la vida que le ha tocado vivir. Me habló de su soledad, de sus seis hijos, de su esposa que una vez lo dejó y luego regresó, de su incapacidad para comunicarse con otras personas por desconocer el idioma. Creo que la mejor parte de esta semana fue la cálida sonrisa que me regaló el señor cuando nos despedimos.
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