Siempre existe el temor a cometer un error y, al no tener la certeza de lo que el día de mañana proveerá, uno se siente atado al presente, a lo seguro y cierto, a lo nos brinda estabilidad. La felicidad queda a un lado: siempre habrá tiempo para ella, otros días para ir en su búsqueda. Mientras tanto hay cuentas por pagar, cientos de responsabilidades y obligaciones por cumplir. Sin embargo llega un momento en que debes tomar tus cosas e irte. A veces se necesita respirar aire fresco, cambiar de ambiente para retomar las fuerzas y recomenzar.
Sucede que me ha llegado la hora de cambiar de trabajo. Llevo un año pensando en esto pero nunca me había sentido tan segura como ahora. Se ha vuelto amargo el despertar cada mañana, el saber que tengo un horario que cumplir, un horario que a veces se hace insoportablemente largo. Y no es que no me guste trabajar, todo lo contrario; pero cuando un trabajo no te ofrece nada nuevo, nada que puedas aprovechar para tu crecimiento personal y profesional, cuando tu esfuerzo no es apreciado y sientes que estás perdiendo el tiempo haciendo lo mismo año tras año, entonces es hora de partir. Si no hay motivación para seguir, es hora de partir. Si no te ofrecen motivos para sonreír, para dar lo mejor de ti, es hora de partir.
Y en esto he pasado mis días: buscando la manera de escapar; y aunque me encuentre llena de miedos e incertidumbre, estoy convencida de que es lo correcto. Mi corazón me dice que ya es hora.
Sucede que me ha llegado la hora de cambiar de trabajo. Llevo un año pensando en esto pero nunca me había sentido tan segura como ahora. Se ha vuelto amargo el despertar cada mañana, el saber que tengo un horario que cumplir, un horario que a veces se hace insoportablemente largo. Y no es que no me guste trabajar, todo lo contrario; pero cuando un trabajo no te ofrece nada nuevo, nada que puedas aprovechar para tu crecimiento personal y profesional, cuando tu esfuerzo no es apreciado y sientes que estás perdiendo el tiempo haciendo lo mismo año tras año, entonces es hora de partir. Si no hay motivación para seguir, es hora de partir. Si no te ofrecen motivos para sonreír, para dar lo mejor de ti, es hora de partir.
Y en esto he pasado mis días: buscando la manera de escapar; y aunque me encuentre llena de miedos e incertidumbre, estoy convencida de que es lo correcto. Mi corazón me dice que ya es hora.
fuerzas!
ResponderEliminarAdelante! Nunca te arrepentirás por haber buscado crecer!
ResponderEliminarGracias Waldo, Karen y Laura,
ResponderEliminarEs dificil salir de lo que ya es costumbre, de lo cómodo y seguro pero como dije, es hora de tomar un nuevo camino.
Gracias por el apoyo! A ver cómo me va en los próximos meses.
Gracias y un abrazo a los tres.
Joanne
Joanne:
ResponderEliminarSi sientes que ya es hora, pues ya sabes. ¡Adelante!
Estoy segura de que en cualquier proyecto que emprendas te irá bien y sobre todo en aquel al que le inyectes tu ilusión y toda la pasión que hay dentro de ti.
Escucha tu voz interior.
¡Exitos!