Hace mucho tiempo que no escribo poesía. Los últimos tres meses he estado intentando entrar en la narrativa; y la verdad es que no me ha quedado de otra ya que estoy tomando un taller de ficción con Diamela Eltit. El taller no fue exactamente lo que esperaba pero me ha servido de mucho. Diamela es una mujer con mucha experiencia y conocimiento literario y sus comentarios usualmente daban en el clavo. “Escribir es un trabajo”, es el comentario suyo que mejor recuerdo de este semestre. Diamela estaba en lo cierto al sospechar que no le estaba dedicando el tiempo suficiente al oficio de escribir. Ah, y cómo olvidar, “La pregunta es, ¿hacia dónde va Joanne con la escritura?”. Esa semana había entregado un cuento atroz y sentía una vergüenza terrible hacia mis compañeros. A partir de ese momento he tomado mi ingreso a la narrativa con responsabilidad. A pesar de que el taller fue un experimento y aunque todavía no aprendo a escribir cuentos, por lo menos tengo una idea de lo que debo o no debo hacer. Obligatoriamente tengo que leer más narrativa y estudiar la gramática española ya que este caminar diario con el inglés me ha enrollado el español. Esperaré a que la poesía quiera volver a visitarme pero mientras tanto, seguiré en mi intento de escribir un cuento que pueda salvarse, un cuento que no me avergüence y que no parezca mío.
Ahora los dejo con el “Decálogo del perfecto cuentista”, de Quiroga.
Ahora los dejo con el “Decálogo del perfecto cuentista”, de Quiroga.
I
Cree en un maestro —Poe, Maupassant, Kipling, Chejov— como en Dios mismo.
II
Cree que su arte es una cima inaccesible. No sueñes en domarla. Cuando puedas hacerlo, lo conseguirás sin saberlo tú mismo.
III
Resiste cuanto puedas a la imitación, pero imita si el influjo es demasiado fuerte. Más que ninguna otra cosa, el desarrollo de la personalidad es una larga paciencia.
IV
Ten fe ciega no en tu capacidad para el triunfo, sino en el ardor con que lo deseas. Ama a tu arte como a tu novia, dándole todo tu corazón.
V
No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra adónde vas. En un cuento bien logrado, las tres primeras líneas tienen casi la importancia de las tres últimas.
VI
Si quieres expresar con exactitud esta circunstancia: "Desde el río soplaba el viento frío", no hay en lengua humana más palabras que las apuntadas para expresarla. Una vez dueño de tus palabras, no te preocupes de observar si son entre sí consonantes o asonantes.
VII
No adjetives sin necesidad. Inútiles serán cuantas colas de color adhieras a un sustantivo débil. Si hallas el que es preciso, él solo tendrá un color incomparable. Pero hay que hallarlo.
VIII
Toma a tus personajes de la mano y llévalos firmemente hasta el final, sin ver otra cosa que el camino que les trazaste. No te distraigas viendo tú lo que ellos pueden o no les importa ver. No abuses del lector. Un cuento es una novela depurada de ripios. Ten esto por una verdad absoluta, aunque no lo sea.
IX
No escribas bajo el imperio de la emoción. Déjala morir, y evócala luego. Si eres capaz entonces de revivirla tal cual fue, has llegado en arte a la mitad del camino.
X
No pienses en tus amigos al escribir, ni en la impresión que hará tu historia. Cuenta como si tu relato no tuviera interés más que para el pequeño ambiente de tus personajes, de los que pudiste haber sido uno. No de otro modo se obtiene la vida del cuento.
Los primeros casi siempre son atroces, todo es cuestión de práctica, lectura y dedicación.
ResponderEliminar"un cuento que no me avergüence y que no parezca mío.
"
Si un cuento no parece tuyo entonces al de quién se parecerá? Cada quien tiene que adquirir una voz propia, para que luego esos cuentos parezcan haber salido de ti, como si estuvieses firmando algún documento.
Yo tomé tres talleres en la universidad con un profesor excelente, que me ayudó bastante a encontrar un estilo, una voz y un amor por el arte de la narrativa..
No te desanimes, sigue escribiendo y leyendo(lo cual es considerado como lo primordial)
Saludos
Hola Baakanit,
ResponderEliminarTal vez lo correcto no fue decir, "un cuento que no parezca mío", pero bueno, ya está dicho. Quise decir que me gustaría escribir un cuento lo suficientemente bueno que no se parezca a lo que ahora estoy escribiendo, que al leerlo, hasta a mí se me dificulte creer que fui yo quien lo escribió. Pero como dices, todo es dedicación.
Debo leer, leer, leer... (tal vez al repetirlo se me quite esta desidia).
Un abrazo,
Joanne
Querida Joanne:
ResponderEliminarEspero leer tus cuentos nuevos muy pronto. El talento lo tienes y me parece muy bueno que quieras etudiar, tomar algunas lecciones para aprender algunas técnicas. Lo más importante es que no dejes de escribir nunca.
Aunque últimamente no he estado comentando en tu casita, siempre siempre paso por aquí. He seguido los cambios de imagen, tus ausencias y regresos, tus altas y bajas, todo.
Por otra parte, ¡tengo algo que enviarte y aún no lo he hecho! Es que la cotidianidad me ha arropado y algunos cosas de las que luego te contaré por e-mail, pero bueno, ya sabes que eso llegará tarde o temprano y que el cariño existe, está intacto, que te recuerdo mucho, que me alegra saberte ahí, que siempre que hablo con alguien de Tinta Fresca tú llegas a nuestra memoria, que el otro día hablando con Junior te mencionamos, que siempre que veo mi blog me acuerdo de ti porque tú has sido su madrina y creadora.
Te mando un fuerte abrazo en estas navidades y otro para Ariel.
Ro
Querida Ro,
ResponderEliminarA ver si logro escribir algunos cuentos nuevos, como dije en el post, me cuesta mucho. Escribir, sé que debo poner todo mi empeño en ello pero, cuánto me distraigo!
Yo también he pasado por tu casita sin escribir nada, pesadez mía tal vez... Le cambié la imagen al blog como cinco veces dizque a ver si los cambios me animaban a postear y qué va, no logré sentirme cómoda. Al final volví a la imagen de siempre... quizás por que fui yo quien la tomé o quizás es su simpleza lo que me atrae.
Qué será lo que tienes que mandarme? Creo que voy a Santiago en marzo para la boda de mi hermano. Te avisaré por si estás allá.
Ay Junior, tengo que llamarlo... Ustedes me hacen tanta falta, especialmente en estos días en que estoy falta de amigos y compañía.
Bueno querida amiga, desde aquí te mando un abrazo. Cuidate mucho.
Con muchísimo cariño,
Joanne
;)