viernes, 27 de mayo de 2005

Poema XII (Dulce Ma. Loynaz)

Aqui otro de mis poemas favoritos:

Poema XII

Yo guardaré para ti las últimas rosas...
Porque no hayas sembrado, no tengas miedo de encontrar la casa vacía.
Porque no la cerraste para la tormenta,
no pienses que otros no pondrán su pecho contra el viento.
Ninguno firme como el tuyo, ninguno seguro como el tuyo cuando quiso serlo;
pero con el huracán a la puerta, todos sabremos defenderla.
Yo salvaré la casa y el jardín:
Yo recogeré todo lo que aún es digno de guardarse,
menos, quizás, de lo que cabe en el hueco de mis manos...
Pero yo guardaré para ti las últimas rosas, y cuando tú vuelvas y veas la casa sin luz, el jardín devastado, piensa con un poco de emoción que todavía hay rosas para ti.

Dulce María Loynaz

jueves, 26 de mayo de 2005

Yo y mis lamentaciones...

Sentada en mi oficina veo la punta del Empire State. Mas allá se ve lo que parecen ser rayos de sol. Quizas lo este imaginando. Es 27 de Mayo y la temperatura apenas sobrepasa los cincuenta grados. Esta nublado y frio. Parece una tarde de Marzo. Hay poco trabajo y pocas ganas de inventar quehaceres. Mi amiga Amala está en silencio; creo que se ha cansado de mis lamentaciones y mis respiros profundos. Cada respiro es indicio de mi aburrimiento y hastío. No hago más que quejarme del clima, de mi soledad, y de la monotonía de mis días.

En eso me pasé el día de ayer. Al salir de la oficina no queria ir a casa y terminé en la librería. Casualmente me econtré con la fotógrafa/periodista Mary Ellen Mark. Mark comentó sobre su último libro, el cual es una antología de sus mejores trabajos. Me hubiese gustado comprar su libro y obtener su firma pero mi situación económica no está en sus mejores tiempos para ello (un motivo más para quejarme).

El día de hoy va por igual camino. No tengo deseos de leer y la lluvia persiste. Quiero pensar en mi viaje a República Dominicana el próximo mes pero a decir verdad, tampoco hay ganas de regresar a casa. Ya nada es igual. Muchas amistades se han ido perdiendo y el país ha cambiado tanto en tan poco...

Este lunes es día festivo y no trabajo. Planes?? Que va. Puede que vaya al museo el sábado, si es que no acompaño a un grupo al parque (si no llueve). La próximo semana parece prometedora. Umberto Eco estará en Barnes & Noble el jueves y el viernes voy de fiesta. El clima habrá mejorado y al fin creo que me animaré a visitar el parque, tomar fotos, en fin, convertirme nuevamente en turista. A ver si entonces les cuento cosas mas alegres. Que salga el sol porfavor!!

martes, 24 de mayo de 2005

Amanecer?

El dia casi termina. No hubo novedad alguna. La calma y silencio del dia me llenó de ansiedad, las nubes y la lluvia de nostalgia, el frio trajo consigo desesperación.

Aveces detesto el amanecer.

Si tu me olvidas, Pablo Neruda

Nuevamente pensando en Neruda. Aqui un poema que hace mucho no leía. Ya se me había olvidado cuánto me gusta.

Si tu me olvidas
Si tu me olvidas
quiero que sepas
una cosa.

Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal,la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.

Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.

Si de pronto
me olvidas
no me busques,
que ya te habré olvidado.

Si consideras largo y loco
el viento de banderas
que pasa por mi vida
y te decides
a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra.

Pero
si cada día,
cada hora
sientes que a mí estás destinada
con dulzura implacable.
Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.

lunes, 23 de mayo de 2005

Esa voz...

Puedo oír su voz una y otra vez. Su voz frágil y serena lleva consigo la tranquilidad que guarda el mar en sus aguas profundas y al mismo tiempo la fuerza e ímpetu de sus olas...

Escuchaba a Neruda clamando sus versos y he quedado como en un ensueño. Su voz me hipnotiza, me hace llorar, me llena de nostalgia, de alegría, de paz. Si desean compartir conmigo esta experiencia, pueden escuchar la voz de Pablo (y hasta ver unos pequeños videos) en las páginas siguientes:

1.- Fundación Pablo Neruda, http://www.neruda.cl/index2.htm

2.- Universidad de Chile, http://www.uchile.cl/neruda/obra/obra3.htm

jueves, 19 de mayo de 2005

Libertad u olvido?

Es tan dificil partir, dejar todo atrás y recomenzar. Cómo olvidar cuando en verdad no se quiere. Cómo escapar cuando el encierro sabe dulce y la libertad lleva consigo un sabor amargo. Cómo renunciar a aquello que sustenta, aquello que se respira y se lleva en las venas.

Quiero permanecer, sentirte una vez más; encontrar la muerte en tus brazos, esperarla con la tranquildad en que se espera la noche, con la calma en que la mañana desviste el cielo y lo deja desnudo ante el sol.

Quiero ir en tu búsqueda pero llevo los ojos vendados y las manos atadas. Me han prohibido nombrarte y han envenenado tu recuerdo. Me han ofrecido la libertad a cambio del olvido, pero no puedo. No quiero volar si sé que no te he de econtrar... No quiero ser, si ya no estás.

martes, 17 de mayo de 2005

Con el tiempo...

Pasará el tiempo y él no será más que un nombre. Ella recorrerá las calles acompañada de su soledad y el seguirá la monotonía de su rutina. Nada habrá cambiado. Se encontrarán algún dia y reconocerán sus ojos, mas tardarán en ponerle nombre. Intercambiarán una sonrisa con un poco de nostalgia por el pasado que ya no recuerdan. Se darán la espalada, mirarán su reloj y pensarán en los hijos que esperan o en el pan que han de comprar.

sábado, 14 de mayo de 2005

Recordando los 80'

Hoy escuchaba en la radio las mejores 100 canciones de los años 80. Reconocí muchas de las canciones y el escucharlas me llevó a recuerdos de mi niñez. Sonreí al escuchar “Beat it”, de Michael Jackson; “Straight up”, de Paula Abdul; "Rythm's going to get you", de Miami Sound Machine; entre otras canciones de Madonna, Culture Club, Debbie Gibson, Lisa Lisa, etc. Durante los 80’ vivía en Nueva York y no fue hasta finales de 1989 que mis padres decidieron trasladarse a República Dominicana. Esta tarde me preguntaba qué hubiese sido de mi vida de no haberme ido a Santiago.

Seguramente no hubiese estudiando derecho y hubiese optado por educación o las artes. No hubiese aprendido a bailar merengue, o quizás lo hubiese aprendido a más temprana edad (mi timidez no me permitió aprender hasta los 18 años, mas o menos). Mi inglés seria perfecto y mi español terrible. Quizás estuviese casada, con hijos; talvez viviría en otro pais. Quizás no seria amante del mar, de los atardeceres que me regaló el caribe. No tendría los buenos amigos que tengo hoy día y mis valores puede que serian totalmente distintos. Es tan extraño las vueltas que toman nuestras vidas. Una simple decisión puede cambiar nuestro destino para siempre. Un solo paso puede abrirnos o cerrarnos puertas asi como regalarnos o quitarnos alegrías y tristezas.

El vivir en dos paises, el ser parte de dos mundos, trajo para mi muchas consequencias. Nunca se me olvida la frase de Alberto Fuguet: “No se puede tener todo en la vida y la gente que tiene dos paises, dos idiomas, termina teniendo menos que el resto” (Las peliculas de mi vida). Siempre sentí que debia esforzarme más que los demás y por más que trataba, siempre terminaba “teniendo menos”. Al mudarme a la República Dominicana tuve que aprender el idioma español y olvidarme de las programaciones en inglés. Tuve que aprenderme el himno nacional Dominicano, acostumbrarme a los apagones y a un nuevo horario de escuela. Todo era distinto y mientras los demás jóvenes de mi edad crecian y aprendian cosas nuevas, yo debia ponerme al dia con los acontecimientos de los últimos once años (para estar a la par con los demás) y aprender las cosas nuevas propias de mi edad y situación. No sabía quien era Balaguer (el entonces presidente) ni los personajes de los muñequitos que veian mis amigos. Tuve que acostumbrarme a las navidades con pocos regalos y a los días de “Thanksgiving” que quedaron sin celebrar.

Me costó mucho acostumbrarme a Santiago. Creo que el cambio fue más dificil para mi que para los demás miembros de mi familia. Nunca quise dejar a Nueva York. Pero al cabo de dos años y muchas lágrimas, terminé aceptando mi realidad y comenzé a hacer amigos y a reirme del viene y va de la energia eléctrica. Al cabo de trece años me sentía Santiaguera y era parte de la historia de mi cuidad. Ya conocía mi cultura “a cabo y rabo” como dicen por allá. Ya sabía bailar merengue, me sabía los refranes y canciones populares. Ya dominaba el idioma a la perfección y hasta me habia dado por escribir poemas en español.

Entonces tomé una decision que nuevamente me puso en la posición de extranjera: decidí volver a Nueva York. Ahora me encuentro dividida entre dos tierras, dos idiomas, dos culturas. El español se me va olvidando y apenas estoy retomando el inglés. Hoy día se me escapan las palabras cuando trato de escribir en español, idioma que pasó de ser mi segunda lengua a mi primera. Nuevamente tengo que esforzarme en aprender la historia de este pais, aprender que sucedió durante mi ausencia. Debo informe de las películas que nunca vi, las canciones que nunca escuché, la costumbres ‘modernas’ que nunca llegaron a cambiar las tradiciones de mi pueblo (por lo menos no mientras estuve allá porque según me dicen, las cosas han cambiado mucho) y acostumbrarme a un idioma que hoy día me sabe amargo.

Ya no escucho la radio (en Santiago la escuchaba todos los días). Las emisoras en inglés se la pasan tocando un hip-hop que no soporto y las que son en español no se deciden por las baladas, merengues o ‘reggaeton’. Nuevamente siento que no pertenezco pero al mismo tiempo siento que este es mi lugar. Quizás es que uno no pertenece a ningún lugar especifico. Quizás si nunca hubiese ido a Santiago no conoceria a Silvio Rodríguez o Mercedes Sosa y sería aficionada de artistas como Usher y Snoop Doggy Dog. Quien sabe, talvez hasta bailaría y cantaría bachata, como los dominicanos que han vivido toda su vida en Nueva York.

Es dificil predecir el rumbo que tomarán nuestras vidas y mucho más dificil aún, saber cual de nuestras deciones fue la mejor. No sé dónde esté mañana; talvez regrese a Santiago o decida permanecer en Estados Unidos. Mientras tanto, seguiré añorando la música de los 80’ que tanto me gusta, seguiré escuchando a Silvio y recordando los buenos momentos que pasé en Santiago. Dejaré que mis pies me lleven hacia dónde quieran llevarme y que el destino haga conmigo como quiera.

viernes, 13 de mayo de 2005

Si pudiera

Si pudiera,
llenaría el corazón de rocas,
levantaría un mural,
y le haría preso del silencio.

domingo, 8 de mayo de 2005

Anhelo

no se su nombre
de donde viene
o hacia donde va
nada importa
salvo este momento
este instante
donde cada minuto
anhela hacerse eterno
ante la amenaza del alba

viernes, 6 de mayo de 2005

Cita con el Fantasma




La semana pasada tuve cita con el "Fantasma de la Opera". Fue mi segunda visita. Bueno, en verdad no se si pueda decir segunda porque la primera vez fue más bien un 'preview'. La primera vez que vi al Fantasma fue a principios del año pasado. Me habia reencontrado con un viejo y estimado amigo que me se sorprendió al saber que después de vivir tres años en Nueva York aún no habia visto un 'Broadway show'. Después de una larga conversación con mi amigo, decidí disfrutar de aquellos cosas que esta cuidad ofrece y que hasta entonces había ignorado.

Fui a comprar los boletos en la universidad (porque salían más baratos). Decidi comenzar por este musical ya que es uno de los más populares. Después de esperar en la fila por más de una hora compré el último boleto que quedaba y me vi obligada a ir sola. Lamentablemente fui al teatro sin conocimiento alguno del trama de la obra, por lo tanto no pude apreciarla como debido. Se me hacía dificil interpretar las canciones que tanto parecido tienen a las operas.

Ese día me sentía cansada y estaba loca por regresar a casa. Cuando cayó la lámpara sobre el escenario inmediatamente encendieron las luces del teatro. El público aplaudía mientras algunos se paraban de sus asientos. Tonta yo, pensé que la función había terminado y como no aguantaba las ganas de llegar a casa, salí del teatro. Me encontré extraño que muchas personas permanecieron alrededor del bar pero no lo de di mucha mente y seguí mi camino.

No fue sino hasta el día siguiente cuando, al llegar a la oficina, mis compañeros preguntaron qué tal estuvo la función. Les dije que me gustó apesar de tener un final algo brusco. Se imaginarán la sorpesa cuando me dijeron que el "show" no terminaba con la caída de la lámpara y que tardaba dos horas en vez de una. "Con razón todos permanecieron el bar!", les dije. Qué verguenza tan grande tenía. Durante meses se burlaron y disfrutaron de mi torpeza. Prometí volver a ver el musical (y claro, verlo por completo). La semana pasada cumplí con lo prometido. Pero esta vez la experiencia fue totalmente distinta.

El pasado Diciembre salió la película "El Fantasma de la Opera", dirigida por Joel Schumacher. Fui al cine a verla y salí encantada. Lo que más me impresionó fue la música. Es impresionante la fuerza y belleza de su sonido. La voz de Emmy Rossum (Christine) es encantadora. Y qué decir de la sensualidad del Fanstasma (Gerard Butler)...

Cuando regresé al teatro para ver nuevamente al Fantasma estaba extática. Cada escena me acordaba del colorido de la película, la belleza de los vestuarios y la melodía de Emmy Rossum. Esta vez me sabía las canciones y casi lloré por el Fantasma cuando al final se resignó a perder a Christine y quedó solo. Si, esta vez llegué a ver el final.