Hoy escuchaba en la radio las mejores 100 canciones de los años 80. Reconocí muchas de las canciones y el escucharlas me llevó a recuerdos de mi niñez. Sonreí al escuchar “Beat it”, de Michael Jackson; “Straight up”, de Paula Abdul; "Rythm's going to get you", de Miami Sound Machine; entre otras canciones de Madonna, Culture Club, Debbie Gibson, Lisa Lisa, etc. Durante los 80’ vivía en Nueva York y no fue hasta finales de 1989 que mis padres decidieron trasladarse a República Dominicana. Esta tarde me preguntaba qué hubiese sido de mi vida de no haberme ido a Santiago.
Seguramente no hubiese estudiando derecho y hubiese optado por educación o las artes. No hubiese aprendido a bailar merengue, o quizás lo hubiese aprendido a más temprana edad (mi timidez no me permitió aprender hasta los 18 años, mas o menos). Mi inglés seria perfecto y mi español terrible. Quizás estuviese casada, con hijos; talvez viviría en otro pais. Quizás no seria amante del mar, de los atardeceres que me regaló el caribe. No tendría los buenos amigos que tengo hoy día y mis valores puede que serian totalmente distintos. Es tan extraño las vueltas que toman nuestras vidas. Una simple decisión puede cambiar nuestro destino para siempre. Un solo paso puede abrirnos o cerrarnos puertas asi como regalarnos o quitarnos alegrías y tristezas.
El vivir en dos paises, el ser parte de dos mundos, trajo para mi muchas consequencias. Nunca se me olvida la frase de Alberto Fuguet: “No se puede tener todo en la vida y la gente que tiene dos paises, dos idiomas, termina teniendo menos que el resto” (Las peliculas de mi vida). Siempre sentí que debia esforzarme más que los demás y por más que trataba, siempre terminaba “teniendo menos”. Al mudarme a la República Dominicana tuve que aprender el idioma español y olvidarme de las programaciones en inglés. Tuve que aprenderme el himno nacional Dominicano, acostumbrarme a los apagones y a un nuevo horario de escuela. Todo era distinto y mientras los demás jóvenes de mi edad crecian y aprendian cosas nuevas, yo debia ponerme al dia con los acontecimientos de los últimos once años (para estar a la par con los demás) y aprender las cosas nuevas propias de mi edad y situación. No sabía quien era Balaguer (el entonces presidente) ni los personajes de los muñequitos que veian mis amigos. Tuve que acostumbrarme a las navidades con pocos regalos y a los días de “Thanksgiving” que quedaron sin celebrar.
Me costó mucho acostumbrarme a Santiago. Creo que el cambio fue más dificil para mi que para los demás miembros de mi familia. Nunca quise dejar a Nueva York. Pero al cabo de dos años y muchas lágrimas, terminé aceptando mi realidad y comenzé a hacer amigos y a reirme del viene y va de la energia eléctrica. Al cabo de trece años me sentía Santiaguera y era parte de la historia de mi cuidad. Ya conocía mi cultura “a cabo y rabo” como dicen por allá. Ya sabía bailar merengue, me sabía los refranes y canciones populares. Ya dominaba el idioma a la perfección y hasta me habia dado por escribir poemas en español.
Entonces tomé una decision que nuevamente me puso en la posición de extranjera: decidí volver a Nueva York. Ahora me encuentro dividida entre dos tierras, dos idiomas, dos culturas. El español se me va olvidando y apenas estoy retomando el inglés. Hoy día se me escapan las palabras cuando trato de escribir en español, idioma que pasó de ser mi segunda lengua a mi primera. Nuevamente tengo que esforzarme en aprender la historia de este pais, aprender que sucedió durante mi ausencia. Debo informe de las películas que nunca vi, las canciones que nunca escuché, la costumbres ‘modernas’ que nunca llegaron a cambiar las tradiciones de mi pueblo (por lo menos no mientras estuve allá porque según me dicen, las cosas han cambiado mucho) y acostumbrarme a un idioma que hoy día me sabe amargo.
Ya no escucho la radio (en Santiago la escuchaba todos los días). Las emisoras en inglés se la pasan tocando un hip-hop que no soporto y las que son en español no se deciden por las baladas, merengues o ‘reggaeton’. Nuevamente siento que no pertenezco pero al mismo tiempo siento que este es mi lugar. Quizás es que uno no pertenece a ningún lugar especifico. Quizás si nunca hubiese ido a Santiago no conoceria a Silvio Rodríguez o Mercedes Sosa y sería aficionada de artistas como Usher y Snoop Doggy Dog. Quien sabe, talvez hasta bailaría y cantaría bachata, como los dominicanos que han vivido toda su vida en Nueva York.
Es dificil predecir el rumbo que tomarán nuestras vidas y mucho más dificil aún, saber cual de nuestras deciones fue la mejor. No sé dónde esté mañana; talvez regrese a Santiago o decida permanecer en Estados Unidos. Mientras tanto, seguiré añorando la música de los 80’ que tanto me gusta, seguiré escuchando a Silvio y recordando los buenos momentos que pasé en Santiago. Dejaré que mis pies me lleven hacia dónde quieran llevarme y que el destino haga conmigo como quiera.
Gran testimonio. Espero que esta dualidad te haya servido para algo -veo que sí. El balance será, sin duda, positivo.
ResponderEliminarBesos.
Joanne:
ResponderEliminarAntes de comentar este post, tengo que decirte que ayer tenías uno encima de este que era muy bonito y que pensaba comentar hoy. Ese del encuentro luego de mucho tiempo sin verse... ¿por qué lo quitaste?
Por otro lado, tú has tenido la dicha de vivir dos culturas muy distintas y eso es sumamente enriquecedor. Digo la dicha porque siempre entrar en contacto con otras formas de vida nos enseña muchísimo, nos hace ver la vida desde distintos puntos de vista y ser más tolerantes a la diferencia.
Mi experiencia particular se resume en un año de vida en España que me ha servido para madurar, aprender de la soledad y darme cuenta de que yo no soy el centro del mundo (aunque muchas veces lo siga pensando).
Claro, vivir dos culturas es bueno siempre que puedas aprovecharlo y que no te sientas tan escindida que luego no sepas donde poner los pies y donde la cabeza.
Espero que estés mejor.
Abrazos cálidos,
Ro
Tipo Corriente,
ResponderEliminarQue gusto encontrarte. Creo que si, definitivamente esta dualidad tiene sus aspectos positivos. Apesar de perder mucho, al mismo tiempo he aprendido bastante, he conocido a gentes y culturas totalmente diferente y he podido apreciar aquellas cosas que me hacen falta de mi país así como las cosas de NY que me encantan y me llenan. En ese sentido me siento afortunada.
Gracias por visitarme. Abrasos desde aqui.
Joanne
Rosa,
ResponderEliminarDisculpa por haber quitado el post anterior. Ahora mismo lo publico de nuevo. Es que después de leerlo como que no me gustó no sé, sentía que estaba incompleto.
Estoy totalmente de acuerdo contigo en que he tenido la fortuna de conocer distintas culturas y costumbres. No imaginas cuánto he aprendido y madurado después de regresar a NY. En Rep. Dom. tuve la oportunidad de acercarme a mis raíces y apreciar las bellezas de mi país; aparte de conocer gente que me brindó el amor y apoyo por el cual me siento eternamente agradecida.
Siento que debo aprovechar de mejor manera ambas costumbres, en eso también concuerdo contigo. Por eso me estoy esforzando en aprender lo más que pueda mientras viva en NY (no creo que pueda vivir para siempre aqui). Tu también aprovecha la gran oportunidad que tienes. España está lleno de historia, arte y cultura. Toma de ella lo más que pueda porque al final, la experiencia y lo aprendido es lo único que quedará contigo.
Besos,
Joanne.
PD: Por cierto, ya estoy mucho mejor. Me siento más tranquila de mejor ánimo. Gracias.
Hi Maria Isabel,
ResponderEliminarThanks so much for sharing your experience with me. Good luck on your return to the States! I'm sure you won't have that much trouble adjusting since you lived for so long here.
I hope you keep visiting my blog and tell me a little bit more about you.
Best of luck,
Joanne
sato547@yahoo.com
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