Hace frio. Hoy no quería levantarme, no quería salir y enfrentar el frío. Ayer nevó todo el día y las calles cubiertas de hielo. Cuánto detesto el invierno. Anhelo sentir el sol caliente sobre mi piel, la salubridad del mar, la humedad de una noche de verano.
Ultimamente no he salido ni he podido hacer nada interesante. El pensar en caminar y tomar el metro en este clima me quita las ganas de todo. Sólo queda leer, sólo leer. En estas dos semanas leí The Great Gatsby de Fitzgerald y The Sun also Rises de Hemingway. Cómo me hubiese gustado ser parte de aquella generación perdida de los años 20; atravesar las calles de Paris de café en café, sin mucho dinero y algo frustrada por la guerra pero viviendo, viviendo a plenitud en una de las cuidades más bellas del mundo. Paris....
Joanne:
ResponderEliminarYo también siento lo mismo que tú. Estoy en Zaragoza y hace un frío inmenso. Un frío que congela mis naves. Escribí un poema que te enviaré a tu correo (porque ahora no lo puedo publicar) que recoge lo que me provoca este aislamiento y esa gelidez.
Entiendo tu tristeza y tu desgana para salir. Yo siento lo mismo. Me paso los días en casa pensando, leyendo, escribiendo, sintiendo demasiado.
Abrazos cálidos,
Ro
Hola Ro, Aqui el mensaje que te envié via email:
ResponderEliminarAy Rosa,
Que bello esta ese poema. Lo leo y me llega al corazón porque precisamente ahora esta nevando en Nueva York. Cada vez que veo la nieve caer me siento igual. Igual me deprime este frio (me tiene harta ya). La nieve cae y yo solo pienso en playas y el calor de nuestro pais.
Graicas por el poema, de veras esta precioso. Ojala yo pudiera expresarme de esta manera. Siento que ya no puedo escribir. Se me ha ido toda inspiración y capacidad para crear. Quizás es falta de concentración, no sé. Tambien es que entre el trabajo y las clases me queda poco tiempo.
Nuevamente, gracias por el poema.
Tu amiga siempre,
Joanne ;)