Vienes del sur
donde la tregua
del sol y la lluvia
ha dejado la tierra
a merced del Pacífico.
Eres de pueblo minero;
amor eterno del Nóbel
yacente frente al mar
protegido perennemente
por las olas.
Vienes de tierra Andina;
suelo esparcido
entre aguas y colinas
partido entre el estío
y la tristeza de la lluvia.
Eres de tierra húmeda
ribera tendida sobre su costado
y a sus pies
archipiélago bañado de rocio
amante de invierno y soledad.
Joanne 2004
Joanne:
ResponderEliminarMe encanta tu poesía. Es honesta y tan sentida.
En uno de tus post comentaste que en New York se te había ido la inspiración, que entre el trabajo y la universidad no te quedaba tiempo.
Yo te entiendo muy bien. Eso me pasó cuando entré a trabajar al periódico. Me absorbía tanto que no me dejaba energías para otras cosas. Sin embargo, yo sé que la inspiración está ahí, Joanne, agazapada en algún rincón de tu ser.
Si antes te inspiraba el mar, el sol, la soledad, la tranquilidad del campo, el vuelo de los pájaros, deja que ahora te inspire el semáforo, el ruido, la prisa, la nieve, los altos edificios, la gran ciudad.
Han cambiado los referentes porque estás en otro escenario pero tu vocación y tu amor por la literatura sigue intacto.
Recuerdo ahora el caso de Federico García Lorca. Si lees la poesía que escribió mientras vivía en España te darás cuenta de que es muy diferente a los poemas que compuso cuando residió en New York. Las imágenes y los símbolos cambios. Los versos no tienen esa riqueza y colorido sensorial que tenían sus poemas españoles pero los textos tenían una fuerza y un desgarre muy profundo que logró cautivar al lector de entonces y a los lectores de siempre. Incluso, para muchos críticos, los poemas de New York de Federico son los mejores.
A mí me ha pasado igual que a ti, Joanne, he cambiado de escenario. Antes me motivaban otras cosas y ahora he tenido que buscar nuevas motivaciones. He encontrado en la soledad una fuente inagotable. En la nostalgia también.
Cuando estés sola, cuando vayas en el tren, cuando te sientes en el parque, saca lápiz y papel, y escribe lo primero que se te ocurra. Quizás las primeras líneas no te gustan, pero no pares. Sigue escribiendo y verás luego cómo eso toma forma y ya sí comienza a tener sentido y comienza a gustarte.
No dejes de escribir, Joanne, no dejes de compartir tu mundo con nosotros.
Ro
Caramba Rosa,
ResponderEliminarGracias por tus palabras y apoyo. He querido muchas veces escribir adaptando mis palabras a esta cuidad pero he fracasado porque termino buscando en ella las cosas sublimes y alegres de Santiago. Sin embargo me encuentro con un invierno cruel, ruidos pordoquier, veranos insoportablementes calientes y húmedos, la rapidez de la gente, el tráfico, el tren, las horas. Voy a tomar tu consejo y llevar papel y lápiz a mano. Quizás puedda escribir de la frialdad y tristeza de algunos rostros, de la monotonia de los dias, de las pinturas que encuentro en los museos o de la variedad de costumbres y lenguas.
Ayer bajé de la red el libro de Garcia Lorca, a ver si me animo al leer su poesia neuyorkina. Talvez mediante él yo pueda ver a Nueva York de manera distinta.
En cuanto a la soledad, ay, mi compañera fiel... siempre a mi lado pero en vez de ponerme a escribir me la paso pensando, recordando o inventando cosas que hacer para no pensar más. No te imaginas la cantidad de cosas que he hecho para ello: clases de flamenco, de salsa; trabajos de voluntaria; pintando paredes de mi apartamento; caminatas de cuatro horas por las calles; tomando fotos a todo lo que me parece interesante; visitas a los museos; visitas semanales al cine o alquilando peliculas para verlas a solas... en fin, de todo. Necesito concentrarme y tus palabras me ayudarán a hacerlo. Siempre he necesitado de alguien que me motive y me empuje a hacer las cosas porque si no, las dejo por mitad o las olvido.
Gracias Rosa. Te prometo que no dejaré de escribir.
Joanne