Después de una semana de silencio he regresado. Me ha faltado tiempo y he estado algo agotada. Con la visita de mi padre no había tenido tiempo para caminar y absorber el otoño.
Ayer al fin fui a Central Park. Desde la semana pasada quería visitar el parque ya que pronto caerán las hojas y quedará completamente desnudo. Lamentablemente los compromisos me hicieron llegar al parque a eso de las cuatro de la tarde y a esa hora ya el sol se ha acostado, por lo que no pude tomar fotos. Tanto que visito el parque y no lo había visto en pleno esplendor del otoño. Si es precioso en la primavera es más bello aún ahora, con sus colores rojizos y amarillos. Al entrar al parque sentí una emoción algo extraña, un sentimiento de alegría por su belleza pero al mismo tiempo una tristeza y nostalgia que no sabría explicar. Quizás sea que los árboles perciben la llegada del invierno, o quizás le entristece la muerte de sus hojas; sea lo que sea, pude percibirlo y me llenó sobremanera. Tengo que regresar y caminar por mas tiempo en el parque. Lo más triste del otoño es su brevedad; la presencia de la pista de patinaje sobre hielo en el parque es una clara señal de que se aproxima su final.
Ayer también pasé por
Rockefeller Center. Quería ver si habian puesto el famoso árbol de navidad. Ya había visto en las noticias cuando tumbaron el pino que iria a parar sobre
Prometeo. Con cuatro años viviendo en la cuidad de Nueva York nunca he visto el árbol de Rockefeller, increible. Todos los años dizque voy y nada. Allá también me encontré con la pista de hielo. Me quedé un rato mirando la gente patinar cuando de repente se vació la pista. Pensé que iban a limpiar el hielo cuando noto que se ha quedado una pareja sobre él. El joven estaba de rodillas hablando con la chica (yo pensé que se le habia perdido o pasado algo) cuando noto que el tiene una cajita en sus manos. ¡Le estaba proponiendo matrimonio!! Yo me emocioné muchísimo, como si los conociera a ellos. En ese momento estaba hablando por teléfono con mi amigo Guery y no me contuve, tuve que contarle mi emoción (hasta se me humedecieron los ojos). El joven se puso de pie, la chica le dió un beso y se abrazon. El público aplaudía mientras en el fondo cantaba Elton John. La pareja patinó unos minutos a solas y su audiencia aplaudía, tomaba fotos y reía. ¡Qué momento! A Guery le dije en entonces, "Ves, un hombre así es que necesito; alguien lo suficientemente romántico como para hacer eso". Guery me dice que aún hay hombres con detalles asi y le creo ya que ayer presencié uno pero es dificil encontrarlos. Hay tan poco romanticismo hoy dia (¿o es que yo soy demasiado?), tan poca gente sincera y dispuesta a darse por completo a alguien y tratar de hacer a ese alguien lo más feliz posible. No creo que pido mucho. Sólo quiero alguien que me ame lo suficiente como para querer pasarse el resto de sus días conmigo; alguien que sea feliz con levantarse conmigo y disfrute la sencillez de mis días. En fin, esa escena me conmovió; a pesar de ser una alegría ajena, ese momento me hizo feliz esa tarde.
De ahí fui a visitar a mi amigo y nuevamente me encontré emocionada y sonriendo. Sucede que vimos un
concierto (más bien parte de él ya que nos concentramos en el documental sobre el mismo) de la banda
Audioslave en
Cuba. Sí, en Cuba! Cuando el mencionó el concierto yo le dije, "¿en Cuba; cómo asi?" No podia creerlo. Audioslave es la primera banda roquera norteamericana(desde la visita de Billy Joel en 1979) que ofrece un concierto en este país ha quedado practicamente aislado del mundo. Me emocioné al ver las imágenes de la cuidad, de la gente y sus sonrisas, de su malecón. La banda visitó una escuela de música donde vieron a dos jóvenes tocar el piano y el bajo. Ellos también se emocionaron. Visitaron un parque llamado "John Lennon", donde hay una escultura de Lennon sentado en un banco, con todo y lentes (los cuales se pueden quitar y sin embargo aún están ahi). Según el guía, los Beatles fueron muy queridos en Cuba. No lo sabía. Cuánto deseo visitar la tierra adoptiva del
Ché. Audioslave no sabía que esperar de su gente, no sabia que iba en el concierto (el cual era gratis) y los cubanos los sorprendieron al llenar la Plaza Anti-Imperialista con más de 60,000 personas que, aunque la gran mayoria no conocia sus canciones, no dejaron de sonreir, bailar, disfrutar de la guitarra eléctrica y bateria. Si antes me gustaba Audioslave, ahora más. Y es que no mucha gente en Estados Unidos (al menos eso creo) se interesaría en ayudar a Cuba de alguna manera o al menos intercambiar algo tan sencillo y poderoso como la música. No fue necesario que
Audioslave supiera hablar en español, la música le bastó para comunicarse con el pueblo. Algún día iré a Cuba...
Para completar la noche vimos un poco de un concierto de la banda
Coldplay. Coincidencialmente estaba escuchando su música en el tren camino a casa de mi amigo. Coldplay me encanta. Hay varias canciones que no me canso de escuchar: "
Green eyes", "
The Scientist", "
In my place" y "
Politik". En fin, es una banda excelente, de gran talento.
Y asi concluyó mi día. A ver si hoy puedo escaparme, dejar a mi padre con mi hermano y volver al parque.