
El lunes viajo a República Dominicana. Estaré en casa por dos semanas. Entre mis planes está el ir a la boda de Yasmin en Puerto Plata. Para los que no conocen a mi pais, Puerto Plata queda en la costa Norte y es poseedora de playas hermosas. Esa será la parte mas emocionante de mi viaje; no la boda, sino el estar un fin de semana completo en la playa. El solo pensarlo me da deseos de saltar (ya de por sí me estoy riendo sola).
La otra parte de mi viaje consiste en visitar a mi gente: conocer a Carlos José (el bebé de mi querida Luisa); conocer a Negrito, el perrito de mi Papá y nuevo integrante de la familia; saludar a Micky, un amigo incondicional; ver a los chicos de la Calle 12 y, visitar a mis ex-compañeros del bufete. Ojalá me encuentre con Rosa y Judit.
El año pasado, cuando fui en Mayo no quedé con deseos de volver. Encontré a mi cuidad más pequeña, el ambiente más tenso y con nuevas elecciones. Voté por primera vez. La situación económica andaba mal (no es mucho lo que ha mejorado) y eso se notaba en las calles y lugares que visitaba. Cuando faltaban cuatro días para regresar a NY le dije a mi mamá que estaba loca por irme. Ya no soportaba los mosquitos y el aburrimiento. Pero creo que esta vez será distinta. Esta vez mi hermanito estará conmigo y mi amiga Johanna también andará por esos lados.
Pero en fin, aunque no estoy super emocionada de mi viaje, si tengo deseos de estar en casa, de dormir en mi cama y comer la comida de mi madre. En fin, este viaje me hará bien porque será la ocasión perfecta para pensar y reflexionar en cosas pendientes.
Luego pondré algunas fotos y les contaré como me fue.