Con el tiempo,
iran calmando mis aguas,
menguando la rabia de mis olas.
Con el tiempo,
se gastarán tus riscos,
se fundirá tu olor
con las espumas,
y las algas cubrirán tu playa...
Pero,
qué hago mientras pasa la tormenta?
Qué hago con los corales
que me diste?
Qué hago con la sal de tus labios,
con las promesas que dejaste al viento?
Qué hacer cuando sales a buscarme,
apesar de mi furia y mi lucha?
Qué hacer,
si sabes que mis aguas son tuyas,
y que sólo en tu playa encuentro sosiego,
el silencio que anhela
mi corazón abatido.
Joanne:
ResponderEliminarMe gusta mucho tu nuevo poema. Tiene unas imágenes preciosas. Sólo una persona que ama el mar como tú puede describir olores y sensaciones como esa, y vincularlas con ese sentimiento tan tuyo que ahora te embarga.
Un abrazo dominicano,
Ro
Rosa,
ResponderEliminarO sea que ya estas en tierras dominicanas! Qué envidia....
Gracias por tus palabras. Si, amo tanto al mar que siempre termino comparándome con el. Y es que no hay nada que provoque en mí tantas emociones distintas como el mar: su silencio, su turbulencia, su profundidad, su transparencia, etc. Graicas nuevamente por tenerme presente.
Abrazos,
Joanne