viernes, 19 de agosto de 2005

Yerro

Lo creí perdido,
dormido en la profundidad del mar,
en el infinito azul del olvido.
Dejó mi nombre disuelto en la sal
y de mi cuerpo
no salvó un solo fragmento.

Lo creí enterrado
bajo las hojas de antiguos otoños.
Uno tras otro llegaron,
le dieron paso al invierno
y su cuerpo,
fundido con la tierra,
no volvió a ver la luz.

Lo creí escondido
entre nubes y estrellas.
Dejó mi quimera
tendida en la distancia,
mi voz perdida en la infinidad.
Separó su cuerpo del mío
y no fui mas que una estela,
un corpúsculo mas
en la infinidad de la noche.

Luego el viento me trajo su voz;
y con el,
el recuerdo perdido en el infinito,
enterrado bajo los escombros
y vestigios del otoño.

Aquel que dormía en los corales
embarcó en mi playa
y su regreso amenaza el curso de mi vida.
Intenta borrar cada paso
trazado en su ausencia
y reconstruir las grietas de mi alma.
Pretende despertar la piel dormida,
los sueños nebulosos...

Al menos eso creía.

4 comentarios:

  1. Veo que tienes vena de poeta, Joanne. Sigue cultivando la poesia. Escribe, escribe. Siempre escribe, con el tiempo hallaras tu sello personal y evolucionaras como poeta.
    Me llegaron estos versos:
    "Dejó mi nombre disuelto en la sal".
    "Lo creí enterrado
    bajo las hojas de antiguos otoños."
    "su cuerpo,
    fundido con la tierra,
    no volvió a ver la luz."

    Todo mi afecto para ti. Hasta EL PROXIMO POST.

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  2. Gracias blueunicorn. Me alegro que te haya gustado este poema. Hace dias que lo escribi y aunque al final no estuve muy conforma con él, decidi dejarlo tal cual está.

    Saludos cariñosos.

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