Lo creí perdido,
dormido en la profundidad del mar,
en el infinito azul del olvido.
Dejó mi nombre disuelto en la sal
y de mi cuerpo
no salvó un solo fragmento.
Lo creí enterrado
bajo las hojas de antiguos otoños.
Uno tras otro llegaron,
le dieron paso al invierno
y su cuerpo,
fundido con la tierra,
no volvió a ver la luz.
Lo creí escondido
entre nubes y estrellas.
Dejó mi quimera
tendida en la distancia,
mi voz perdida en la infinidad.
Separó su cuerpo del mío
y no fui mas que una estela,
un corpúsculo mas
en la infinidad de la noche.
Luego el viento me trajo su voz;
y con el,
el recuerdo perdido en el infinito,
enterrado bajo los escombros
y vestigios del otoño.
Aquel que dormía en los corales
embarcó en mi playa
y su regreso amenaza el curso de mi vida.
Intenta borrar cada paso
trazado en su ausencia
y reconstruir las grietas de mi alma.
Pretende despertar la piel dormida,
los sueños nebulosos...
Al menos eso creía.
Veo que tienes vena de poeta, Joanne. Sigue cultivando la poesia. Escribe, escribe. Siempre escribe, con el tiempo hallaras tu sello personal y evolucionaras como poeta.
ResponderEliminarMe llegaron estos versos:
"Dejó mi nombre disuelto en la sal".
"Lo creí enterrado
bajo las hojas de antiguos otoños."
"su cuerpo,
fundido con la tierra,
no volvió a ver la luz."
Todo mi afecto para ti. Hasta EL PROXIMO POST.
Gracias blueunicorn. Me alegro que te haya gustado este poema. Hace dias que lo escribi y aunque al final no estuve muy conforma con él, decidi dejarlo tal cual está.
ResponderEliminarSaludos cariñosos.
Me gustó.
ResponderEliminarNo pares de escribir.
Ro
Gracias Ro.
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