lunes, 26 de diciembre de 2005

Mi semana, noche buena y vecinos

Sin duda esta semana ha sido interesante. El paro del metro cambió mis planes por completo e hizo un poco más estresante mis días pero al final todo estuvo bien ya que logré ir a la oficina, comprar unos regalos que hacían falta y cumplir con mis demás compromisos. Afortunadamente no tuve que ir al trabajo a pie, en patines o bicicleta como muchos otros neuyorkinos. De no ser por el LIRR (Long Island Railroad) no llego a Manhattan. Tuve que compartir un taxi pero eso es lo de menos; bastante carros públicos compartí en el tiempo que viví en República Dominicana. Ahora, algo que alegró mi semana fueron los versos que me escribió mi amigo Joel en su blog (Gracias Joel!).

Entre otras cosas, en estos días me ha dado por ir a dormir tarde, eso de las dos o tres de la mañana y al día siguente estoy que no puedo mantenerme despierta. Es por esto que cuando el jueves fui a ver a Peter Pan en el teatro del Madison no pude evitar rendirme ante el sueño por parte del show. ¡Que verguenza! Pero bueno, no me perdí de mucho ya que eso era más bien para niños y por alguna razón que no comprendo nunca he sido muy fanática de la historia de Peter Pan. Pero mis amigos comprendieron y no le molestó el tener que toparme dos o tres veces para me despertara.

El sábado, día de noche buena, fui a cenar a casa de la familia Guzmán, quienes eran nuestros en Santiago y a quien conozco desde que tengo doce años. Nos consideramos familia. El tener vecinos en mi país es una bendición, nada parecido al tipo de convivencia o relación que se tiene con los vecinos en Nueva York. Aqui veo a mis vecinos de vez en cuando, cuando me topo con ellos en el ascensor o entrando a mi apartamento; no sé cómo se llaman y rara vez hablamos, un simple hola, buenas noches, qué lindo esta el día, etc. En Santiago nos pasábamos platos de comida; si alguien estaba enfermo nos haciamos té o compartiamos medicina; celebrábamos cumpleaños y demás festividades; nos hablamos por las ventanas o el balcón; nos llamábamos o hacíamos preguntas através de la verja; compartíamos una mata de mango; el que iba a salir le ofrecia una bola al otro; en fin, eramos una familia y todo lo compartiamos.

Las niñas iban al mismo colegio que mis hermanos y yo y por lo tanto nos ibamos juntos. Como siempre, yo estaba tarde todos los días y salía con los zapatos o el café en la mano o terminaba de peinarme en el carro. De eso estuvimos riéndonos el sábado cuando comenzamos a recordar aquellos tiempos. Recordamos esos días en que yo, aficionada de Juan Gabriel y sus mariachis, cantaba sus canciones todos los días mientras me arreglaba para ir al colegio; lo hacía tan alto que los vecinos de todas las casas en los alrededores me escuchaban. En ese entonces decía que iba ser artista; es por ello que mi papá me regaló una guitarra. Yo quería ser como Juan Gabriel.

Luego fui creciendo y me fui encerrando en mi mundo. Ya los vecinos no me veían tan a menudo ni me escuchaban cantar. Me la pasaba encerrada en mi habitación escuchando a Silvio (poco a poco fui dejando a Juanga) o tratando de escribir poesía. Era un ser sumamente melácolico y triste que no contaba a nadie de mis cosas. Podía pasarme todo un día en mi habitación escuchando música y escribiendo en mi diario. Mi mamá se molestaba conmigo porque no comprendía esa necesidad de encerrarme y bajar sólo para comer.

Mis vecinos fueron comprendiendo que yo era un poco extraña y ya no se sorprendían cuando pasaban días sin verme. Aún así, el tiempo que hemos compartido nos mantiene unidos apesar de que paso mucho tiempo sin llamarlos o visitarlos. En realidad no soy una persona de llamar mucho por teléfono o hacer visitas a amigos y mucho menos mi familia. Pero el sábado todo eso quedó en el olvido y disfrutamos de nuestra compañía. No pude evitar sentir nostalgia de Santiago, de las navidades junto a mis padres y hermanos. No comprendo porque este año me hizo tanta falta. No recuerdo haberme sentido asi el año pasado o el anterior a ese.

Esta navidad sentí deseos de comer la comida de mi madre, de tomar ponche con ella y sentarnos en la galería a hacer cuentos, recordar viejos tiempos o escuchar a José José o José Luis Perales. Nuestras navidades no eran muy elaboradas pero había algo especial en ellas. Las navidades dominicanas son maravillosas. No sabría explicar qué es pero es muy distinta a la navidad en Nueva York (no puedo hablar de la navidad en otros países ya que no las conozco). En mi país se escuchan las mismas canciones navideñas cada año, esos merengues de fiesta, amigos, familias y ron que resultan imposible dejar de bailarlos. Se siente una alegría en la música y esta se transmite a gente que, apesar de tener muy poco o no contar con los recursos para comprar regalos y hacer grandes fiestas, logran disfrutar a plenitud la noche buena (el 24 de dic.). La gente está feliz y no le importa haber gastado todo lo que tenían en sus bolsillos para celebrar con su familia y amigos este día.

En las calles se siente la algarabía y las manzanas, pasas y uvas se venden en cada esquina al igual que el puerco asado. El ponche y el pan telera igual se vende mucho. El próximo año no quiero pasarme la navidad en Nueva York. Por más sencilla que sean las fiestas dominicanas y apesar de no tener la cantidad de luces y decoraciones que tiene la cuidad de Nueva York, a mi me hizo falta escuchar “Volvió Juanita” de Milly Quezada, “El pavo y el burro”, “La trulla navideña” del Conjunto Quisquella, “Salsa pa tu lechón de Johnny Ventura, “Llegó tu marido” de Los Toros Band, “Llegó navidad de la Patrulla 15, etc. Bueno, mejor no sigo, ya me está dando deseos de bailar un merengue...

En fin, apesar de no tener a mi familia cerca, no puedo quejarme de mi navidad. Al menos la pasé con mi hermano y me reí muchisimo con las locuras de Julio. Hasta me inspiré a cantar viejas baladas y bailar uno que otro merengue.

P.D.: El joven buenmozo de la foto de arriba es mi hermanito querido.



4 comentarios:

  1. Ya empezabamos a sentirnos celosos con la imagen del joven que abrazas al inico del post!...Just kidding! Al saber que es tu hermano volvimos en si. Jajajaja.
    Para nada, Joanne. Es una broma.

    Que bueno que la passte bien!.

    Segun noto en estas fotos tienes el pelo con un tinte un poco mas oscuro...te lo cambiaste?

    Veo que pusiste la nueva foto en tu blog. Esta te hace mas justicia. Te ves con carita de angel y rostro de modelo.

    Supe al ir a tu pagina web que estas estudiando ahora literatura o que la iniciaste despues de abogacia...es cierto eso?

    Un abrazo.

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  2. Hola Joel,

    Si, ese es mi hermanito querido!

    Hize caso a tu sugerencia y cambié la foto. Gracias por lo de cara de angel y de modelo, wow... Y si, mi pelo esta aparentemente más oscuro, pero aún es rojo.

    En cuanto a la literatura... bueno, es una larga historia. Terminé la abogacia pero me senti algo decepcionada con la manera en que funciona las cosas en mi pais y lo corrupto que es la justicia allá. Sentia que no tenia la capacidad para enfrentarla o mucho menos ser parte de ella. También quise hacer algo diferente con mi vida y en Santiago las oportunidades eran pocas. Al venir a NY me encontré con todo un mundo de posibilidades y sentia la necesidad de aprender todo aquello que no me enseñaron en la universidad en RD. Como me gusta la literatura opté por estudarla y comenzé la universidad desde cero. Grave error porque ahora me siento algo cansada y para ser sincera, no sé realmente hacia dónde voy ni qué camino tomar. Siempre estoy inventando algo nuevo y me distraigo con mucha facilidad. Ahora me dio por hacer un curso de traducción y en un futuro me gustaria aprender de fotografia. En fin, mi cabecita no deja de dar vueltas y anda siempre sin rumbo fijo. Ahora mismo quiero dedicarme a la traducción y tomaré un receso de la universidad. No sé en que parará todo esto pero en las próximas semanas tengo que decidir qué hacer conmigo.

    Espero que hayas tenido una linda navidad.

    Abrazos,
    Joanne

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  3. Joanne, me alegra mucho que hayas pasado bien tu nochebuena. En las fotos te ves muy relajada y contenta.

    Me gustó mucho tu explicación de cómo son los vecinos en RD. Me recordó mi niñez. También los merengues navideños. Sentí deseos de bailar.

    Por otro lado, ¿vas a terminar lo de literatura? ¿Piensas dedicarte a eso? Quizás no estés tan perdida y sólo es que tienes varios intereses en lugar de sólo uno. Lo que siempre tuve claro era que el derecho no era para ti. No imaginaba a tu espíritu sensible en el palacio de justicia linsonjeando o defendiendo a un criminal.

    Ojalá y te dediques a hacer cosas que realmente te apasionen.

    Espero que la sigas pasando bien.

    Abrazos,

    Ro

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  4. Hola Ro,

    La abogacia nunca fue para mi, es cierto. En cuanto a la literatura, la verdad que no sé. Aunque no lo creas si estoy mas perdida que Lola, como dicen. Ojalá pronto pueda decidirme. Creo que el 2006 será el año en que al fin mi vida tomará un rumbo cierto.

    Besos,
    Joanne

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