La voz de Norah Jones, la luz tenue de las velas y una copa de vino tinto. Ello bastó para calmar la ansiedad con que pasé el día de hoy. He querido llorar, mas no he podido. Pasé unas horas en el MOMA y luego caminando por la Quinta Avenida. Caminé hasta el parque y al llegar me devolví; hacía mucho frío para sentarme en un banco a leer. No sabía donde ir. Tomé el tren hasta Union Square, entré a Pier1 para comprar las velas que necesitaba y caminé otro poco. Me sentía desorientada, perdida... nada importaba. Lo peor de todo es que no puedo buscar culpables; nadie tiene la culpa de mi ansiedad y tristeza, sólo yo.
me encanta Norah Jones! llegué a tu blog por el del Ro, saludos y espero que ya no estés triste.
ResponderEliminarHola aashú,
ResponderEliminarPues tenemos algo en común. No me canso de las canciones de Norah, ellas me traen tranquilidad.
Ro es una amiga a la que quiero mucho.
Gracias por visitarme y que tengas una linda noche.
Saludos,
Joanne
PD: Ya no estoy triste. Hoy he logrado sonreír.
Joanne:
ResponderEliminarQué pena que te hayas sentido así, perdida y sin fuerzas, desorientada.
Ojalá que ese sentimiento haya pasado, ojalá que escuches a Norah Jones para disfrutarla y no porque estés triste.
Quizás la culpa de todo no es de nadie. En algunos asuntos no hay culpables. Las cosas simplemente suceden de una determinada manera.
Todo en algún momento nos sentimos así, todos nos desmoronamos en algún momento. Pero resulta que cuando atravesamos por ese momento pensamos que nuestra tristeza es única, que nunca pasará, que todo está perdido.
Arriba el ánimo, Joanne, eres una mujer maravillosa, con mucha fuerza y mucho valor.
Con cariño,
Ro
Querida Ro,
ResponderEliminarSi, ya estoy mejor. Escuchaba a Norah Jones para relajarme un poco, para sentir un poco de paz.
Quizás tengas razón; talvez no sea yo la culpable, al menos no la única. He reflexionado sobre aquello que me molestaba y me di cuenta de que no vale la pena pensar en ello ni darle importancia. Siempre he dicho que todo pasa por una razón y quien sabe, tal vez aquello que me mortificaba resulte ser una nueva salida, una oportunidad para cerrar algunas puertas y abrir otras. Uno nunca sabe.
Gracias por tu apoyo. Esta semana me encuentro de mejor ánimo. No estoy tan molesta con mi trabajo y me he mantenido ocupada. Esta semana también recibí un mensaje que me alegró mucho y me ha hecho sonreír.
Abrazotes para ti,
Joanne
cero tristezas, ya casi llego para que te olvides un poco de ellas (por lo menos mientras estemos juntas). no quiero que estes triste.
ResponderEliminarun beso,
luisa
En los momentos de soledad, cae bien oirse a Norah Jones con ese vinito que mencionas.
ResponderEliminarLas almas con una sensiblidad especial como la que posees tu tienen la particularidad de que las sobrecoje un cierto "mood swing', que va de la pena al jubilo, del jubilo a la tristeza y viceversa.
Lo siento, Joanne, pero asi es y asi ha de ser y nada puede evitarlo.
Los poetas y los que tienen espiritu de artistas, pagan un alto precio!
Asi estoy ahora Joel, con un vinito en mano; al parecer es lo único que me tranquiliza y me relaja ultimamente. Ojalá no me convierta en alcohólica... jaja; es que me encanta.
ResponderEliminar¿Porqué será eso, porqué será que habremos quienes la tristeza y soledad nos golpea tan fuerte? ¿Porqué nos mortificamos tanto? Lo pregunto porque veo que a otras personas no le dan esos "mood swings" tan malo... Pero bien, si eso es necesario para poder escribir de vez en cuando, pues bienvenida sea la tristeza, soledad, agonía...
Un abrazo Joel,
Joanne