lunes, 27 de marzo de 2006

Rocío

Acabo de enterarme de la muerte de Rocio Durcal. Murió ayer, sábado, a causa de cáncer. Tenía 61 años de edad.

Cómo admiraba la ternura y fragilidad de su voz. Con ella canté muchas rancheras en mi época de quinceañera cuando vivía las canciones de Juan Gabriel. "Tu eres la tristeza mis ojos, que lloran en silencio por tu amor. Me miro en el espejo y veo en mi rostro, el tiempo que he sufrido por tu adiós..." Me encantaba el dúo de Gabriel y la Durcal: "Déjame vivir, porque no me comprendes que tu y yo no, no, no tenemos ya mas nada que decirnos sólo adiós..." No puedo evitar el cantar sus canciones. Como me encanta la tristeza de "La gata bajo la lluvia"; es como para cortarse las venas. Ahora que la recuerdo sus canciones marchan una tras otra en mi mente, (jamás, me cansaré de ti, jamás te dejaré de amar, te amo tanto corazón y bien lo sabes tu mi amor...). Hay personas que forma parte de tu vida y que al recordarlos, logras trasladarte a lugares y momentos que, de no ser por ellos, quedarían enterrados en los confínes de la memoria. La voz de Rocío me lleva a mi habitación en Santiago: mi santuario, mi refugio, el único lugar que he celado en mi vida. Mi habitación vivía bajo llave, como si en él guardara algún tesoro que necesitaba estar lejos de ojos ajenos; bueno, en verdad las pocas cosas que poseía eran mis tesoros: mis diarios, mis cartas, mis muñecas, mi viejo radio con el que escuchaba la cinta de canciones de Rocío, la mayoría escritas por Juanga. Esa cinta pertenecía a mi papá; quizás fue grabada por él o algún amigo suyo cuando yo era niña. Esa cinta fue de las cosas que recogía del pasado de mis padres para luego quedarme con ellas. Con mi radio transcribía a un cuaderno amarillo cada canción; pause, play, pause, play... en eso me pasaba horas y horas. Así me aprendí sus baladas y rancheras. Cómo me gustaría volver a cantar tus canciones Rocío, cantarlas bajo la tranquilidad de una noche caribeña acompañada de la música de los grillos y cucuyos.

Gracias Rocío por tus canciones, por tu voz y alegría. Que descanses en paz.

3 comentarios:

  1. Joanne, al enterarme de su muerte dos cosas me sorprendieron: la primera fue la dignidad con la que llevó su enfermedad y la segunda la fuerte y larga unión matrimonial que compartió con su marido. Se amaban y el uno era parte del otro. Ella se fue rodeada del amor de sus hijos y su marido. El día que muera quisiera que muera así.

    ResponderEliminar
  2. ... una perdida que cala hondo en varios seres en el mundo, por cuestiones como la que mencionas.

    Saludos

    El Enigma
    Nox atra cava circumvolat umbra

    ResponderEliminar
  3. Hola Ro,

    Qué bueno saber que ella tuvo la compañía de sus seres queridos al momento de partir. Eso me recuerda a mis abuelos maternos. Ambos murieron rodeado de mucha paz y amor, sus hijos, nietos y vecinos presentes o cerca. Yo también quisiera morir asi, irme en compañía de la gente que amo.

    Pero basta de pensar en esas cosas que todavía estamos muy jóvenes para ello.

    Abrazotes amiga,
    Joanne
    ==================================

    Hola enigma,

    Gracias por pasar por aqui. En verdad es una gran perdida. Paro al menos tuvo una vida llena de alegrías y éxitos. No todos tenemos esa dicha.

    Saludos,
    Joanne

    ResponderEliminar