Estoy cansada.
la rudeza del camino
ha lastimado mi carreta,
haciendo el viaje más doloroso.
Ya no puedo seguir
recogiendo las piedras caídas,
caminar bajo el sol
que cercena mi piel
y consume mis fuerzas.
Se me han agotado los huesos
y no hay agua que calme esta sed.
Los días son lentos,
las noches muy cortas.
El cerrar los ojos ya no basta;
aún puedo ver el sol
entre sueños,
sentir el peso de los días
sobre mi cuerpo.
Estoy cansada.
Ya no quiero saber del reloj
o ver la luz del alba.
Ya no quiero oír el crujido
de la carreta
que poco a poco me lleva al abismo.
Tan solo pido dormir,
olvidar que soy tierra seca
y soñar que algún un día
me despertará el olor de las rosas.
6 de Octubre 2005
Hola Joa,
ResponderEliminarCuanto me he identificado con tu poema, porque la verdad es la misma sensación que tengo en este momento. Gracias por regalarnos tu inspiración.
Besos, Villy
Hola Villy querida,
ResponderEliminarQue pena saber que te sientes asi. Todo cansa... pero mañana es otro día. Ojalá amanezcas con nuevas fuerzas. Como me dijo Enmanuel en un comentario anterior, saca tiempo para ti, distrae tu mente, haz las cosas que te provoquen placer.
Un besote,
Joanne
Hola Joanne,
ResponderEliminarDurante varios años me sentí así... y llegué hasta el fondo, hasta morir (física y racionalmente). Tenía perdido el sentido práctico y pleno de la vida. Me cansé, me agoté. Hoy gracias, aún estoy aquí y puedo contarlo.
(Si quieres saber que me pasó, acá hay un link a parte de mi historia dentro de mi blog, es un tanto largo si)
Espero que estés mejor, yo pude renacer después de todo.
Un abrazo,
Osvaldo
Joanne:
ResponderEliminarAcabo de llegar de Bávaro y me encuentro con este precioso poema. Qué bienvenida.
Te felicito. Tu poema es hermoso. Me encantó la idea de la carreta vieja. Las imágenes son muy bonitas y creas una atmósfera que uno puede sentir. Yo también me sentí cansada, hundida, cuando te leí.
Ojalá este poema le haya servido a tu alma para vaciar un poco de ese sufrimiento, de ese vacío y esa soledad que te agobian.
Espero, querida Joanne, que estés mejor, que estos días traigan felicidad y ese olor a rosas que deseas.
No te me caigas... podrás liberarte de la carreta y soñar, pero soñar despierta... siempre despierta... Aún falta mucho para que te duermas.
Un abrazo cálido,
Ro
Gracias Osvaldo,
ResponderEliminarTus palabras son alentadoras y llenas de esperanzas. Visité tu página y me di cuenta que si, es largo lo que escribiste respecto a tu historia pero me interesa leerlo y en cuanto lo haga te comentaré en tu blog.
Cuando escribi este poema me sentia cansada de tantas malas noticias, de tantos desencantos y frustraciones. Me sentia cansada de las vueltas que ha dado mi vida este año, de no ser mas que una marioneta. Era un momento mas en que debia llorar y retomar mis fuerzas para seguir caminando. Pero sabes, no he perdido las esperanzas. Hoy dia por ejemplo, me siento contenta y tranquila. Esta semana he aceptado que las cosas suceden por alguna razón y quiero creer que detrás de todo esto hay un motivo, una razón por la cual no puedo dejarme caer porque de hacerlo, perderia aquello que me espera al final del camino. Voy a llevar tus palabras conmigo y cada vez que tropieze recordaré que hay otros como tú que lograron levantarse y renacer.
Un abrazo cálido,
Joanne
Hola Ro!
ResponderEliminarEspero que hayas disfrutado de Bávaro, seria dificil creer que no.
Gracias por tus palabras respecto al poema, aunque no queria provocar que nadie se sintiera de ese modo, especialmente después de venir de la playa, jaja. Supongo que este poema me ayudó un poco ya que después de ese dia no he vuelto a sentirme igual, sino todo lo contrario.
No te preocupes, no caeré. Todavia sigo en pie y si tropiezo, como le dije a Osvaldo, ya sabré levantarme. Presiento que pronto encontraré mis rosas y si no, al menos margaritas o algo parecido.
Un abrazo amiga,
Joanne