Hoy estás inquieto. Te invade el enojo y te consume la rabia. Mis pies anhelan sentirte pero tus olas embravecidas vienen hacia mí con tal fuerza que debo huir y conformarme con la humedad de la arena. Desahogas tu furia con los riscos, como si ellos fuesen los culpables de tu enojo. Tal vez lo son. Quizás hayan albergado en sus brazos alguna sirena que ha perdido su norte, eso debe ser. Sé cuán celoso eres; te aferras a todo lo que, según tú, sólo puede existir a tu lado. ¿Cómo será ella? Sé que no permites que ojo alguno conozca una de tus amantes. Cuan afortunadas son ellas, las musas que inspiran tu canto. Las imagino como reinas en su palacio azul, danzando al compás de tu ritmo y fraguando sueños marinos. Cómo no amar la paz que posee la profundidad de tus aguas, ese silencio que emana de tu vientre. Quien te viera en este instante no desearía ser parte de ti, mas yo sé que esa turbulencia es sólo un disfraz, una forma de cuidarte del mundo exterior, de proteger a tus sirenas y todo el esplendor que encierras. A mi no puedes engañarme.
¿Que te han hecho, de qué forma de han herido? El vaivén de tus olas gritan ansiosas y en su desespero parecen querer escapar, buscando refugio en la arena, sin saber que en ella sólo encontrarán su final. ¿Acaso es eso? ¿Será que ellas quieren partir, fenecer en la tibia morada de la playa, de la arena cocida por el sol? ¿Será esa tu furia? ¿Será que no quieres compartirlas con la tierra? Sí, tu amor hacia ellas te ha hecho enloquecer y tratas de detenerlas, de traerlas de vuelta, olvidando la imposibilidad de detener el tiempo y el destino, pues todo debe seguir su curso, y aunque te quedes con algunas, al final muchas habrán partido. Comprendo tu furia, o más bien, tu tristeza. Crees que al afligirte eres débil, y niegas a aceptar que tu majestuosidad pueda caer en debilidad, sin percibir que el enojo y el resentimiento hace más honda la pena. Sé cuanto duele perder aquello que se ama pues siempre se termina perdiendo parte de uno mismo. Así como en cada ola se va un amor, un amigo, se va también parte de tu esencia y esa parte de ti que se va, deja de pertenecerte para entonces fundirse con la tierra. Ahora debes compartirla, será tuyo su pasado mas su futuro será del sol, de las huellas plasmadas por un instante en la arena, de los caracoles que habitan la ribera, así como las algas que estarán a su encuentro con su nueva vida; pero esto no debe ser motivo de tristeza, aunque se extravíen algunas olas y se escapen sirenas, no dejas de ser hermoso.
Mírate ahora. Hasta el sol quiere ser parte de ti. ¿Acaso no ves como se acuesta despacio, como lentamente se esconde en tu regazo ofreciéndote a cambio un festín de colores, queriendo compensar tu abrazo con nubes púrpuras y arcos luminosos que se reflejan sobre tu faz? ¿ Acaso crees que las gaviotas vienen aquí por la arena o el poniente? No, vienen a contemplarte. Ellas también quieren ser tuyas, mas no cuentan con la dicha de los delfines o los corales. Se conforman con extender sus alas sobre tu cuerpo, contemplar en silencio tu grandeza y poseerte tan sólo con sus ojos. ¿Por qué crees que Alfonsina se fue tras de ti? Ella, al igual que yo, estaba cansada de esta absurda realidad que desconoce de quietud y sosiego; realidad que aspira a parecerse a ti, y que tú, a pesar de rodearla, detestas. Por eso te enfureces cuando intentan quitarte lo que es tuyo, cuando violentan tu lecho. Ellos no te ven como ella pudo verte, de la misma manera en que hoy te veneran mis ojos. Déjame ser una de tus amantes, olvida aquella sirena, aquellas olas y tómame. Déjame ser parte de tu historia, calma con mis besos tu furia y dame la paz que me niega esta tierra.
20 de mayo de 2001
Inmensa como el Mar...
ResponderEliminar* Pensando en tus palabras...
Por la blanda arena que lame el mar tu pequeña huella...
ResponderEliminarMe ha encantado este post! He sentido escalofrios, cosquillas, mientras lo leía!
Besitos, Jo!
Joanne, Joanne....
ResponderEliminar¡Esta carta es uno de los mejores post que he leído en tu blog!
Cuánto me dijiste con cada línea, con cada interrogante.
Tu carta es preciosa, está llena de magia y poesía, y también tiene un gran valor humano. El mr cobra vida propia y tiene emociones y sentimientos, al igual que todos los elementos que lo rodean.
Es un texto tejido con delicadeza, ternura, y al mismo tiempo con una tristeza tan humana que conmueve hasta los huesos.
Al terminar de leerte, te he comprendido mejor, he entendido tu gran amor por el mar, esa comunión secreta que hay entre ustedes, y esta carta es la mayor evidencia de lo que hay en tu interior.
"Déjame ser una de tus amantes, olvida aquella sirena, aquellas olas y tómame. Déjame ser parte de tu historia, calma con mis besos tu furia y dame la paz que me niega esta tierra."
HERMOSO final. Yo creo que sí como parte del mar se va con las olas, parte de ti, algunas partícular tuyas, ya le pertenecen a las aguas. Quizás por eso necesitas el contacto frecuente con el mar. Para reencontrarte, para sentirte entera y en paz contigo misma.
Enhorabuena, Joanne. Gracias por compartir esto con nosotros. Son las 8:45 a.m. de la mañana en República Dominicana y esto es lo primero que leo, me ha dado deseos de llorar y de ver el mar.
Recibe un gran abrazo,
Ro
El texto es bellísimo. Encierra un gran amor por el mar, pero también un inmenso dolor en tu alma que quieres terminar de una vez por todas. La tierra no te abraza, allí está quién te ha hecho tanto daño. Quieres seguir los pasos de Alfonsina...
ResponderEliminarLo del principio, hermoso texto repleto de poesía. Pero mucho, mucho dolor.
Un saludo
Joanne, tu prosa es exquisita, emotiva, impecable. En cada párrafo eliges e incluyes esa palabra precisa sobre la cual comenta Rosa en uno de sus últimos posts.
ResponderEliminarTu prosa no es forsada, ni monótona, es una prosa genuinamente vivaz, de una acertada voz lírica y un interiorismo poético siempre intenso y cálido.
Creo que tu prosa es una de las mejores que puede leerse en cualquier blog.
... siempre vigente que es lo importante.
ResponderEliminarSaludos
El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra
me encanta esa playa, cristalina con tu voz.
ResponderEliminara mi el mar, me enveleza, me hace sentir pequeño, pero me hace sentir parte de algo mas grande. tambien se puede ver a Dios en el mar.
p.s lo de la voz es una metafora.
Que arte tienes Joane gracias por compartirlo, mas que una carta parece una declaración
ResponderEliminarEs muy hermosa y profunda tu carta, el mar siempre inspira sentimientos de este tipo, pero tu lo hiciste una total obra de arte,
ResponderEliminarAbrazos.
Querida Joanne:
ResponderEliminarPrecioso texto.
Desde lejos recibe mi abrazo sincero!
Joel Regalado.
Hola Victor,
ResponderEliminarSiempre es un placer verte por aqui. Espero que te encuentres bien.
Un abrazo,
Joanne
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Wow Tipo Corriente:
Cosquillas, escalofríos... cuánto me alegra que el texto cause esto en ti!
Besitos para ti también,
Joanne ;)
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Querida Ro,
Me emociona sobremanera tus palabras. Este texto es tan viejo y en verdad lo tenía algo escondido, no sé porqué. A decir verdad, no imaginé que encontrarías mucho de mi en esta carta, auque queda evidente mi amor por el mar. Me identifico mucho con él: su turbulencia y tranquilidad, su serenidad y peligro, su tristeza y soledad. El mar es inmenso, es como un gran misterio que uno no logra descifrar, esconde tanto de sí... Además su olor, la arena, las gaviotas y caracoles, todo me encanta!!
Gracias Rosa por tus palabras, me han hecho sentir súper.
Un abrazo grandote para ti,
Joanne
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Hola Laura,
Tienes razón, cuando escribí esto sentía mucho dolor, mucha rabia por cosas que no podía comprender. En cierta forma creo que el mar me servía de consuelo.
Gracias por tus palabras. Que estés bien.
Saludos,
Joanne
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Wow Ninoska,
Me halagas con tus palabras. Gracias, de verdad que si. Ello me inspira a seguir escribiendo. Trataré de no defraudarte.
Abrazos,
Joanne
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Hola Enigma,
Sí, el mar siempre estará, aunque me encuentre lejos de él sé que puedo contar con su presencia, su belleza. Sólo debo salir a buscarlo...
Saludos,
Joanne
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Hola Dirat,
Sí, Sosúa es hermosa. Creo que me pasa como a ti con el mar, me siento pequeñita pero cuánta alegría me da el saber que puedo apreciarlo, sentirlo, ser parte de él.
Cuidate mucho,
Joanne
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Gracias Patricia!
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Hola Joel,
Cuánto tiempo! Te habías perdido...
Qué bueno saberte bien.
Gracias mil!
Cuidate. Abrazos,
Joanne
¡El mar... todo fascinación y misterio, inmensidad del asombro...!
ResponderEliminarMuy hermosa tu carta. Buena prosa poética. Tu amor por el mar me recuerda ese librito maravilloso de Alberti, Marinero en Tierra, donde canta esa nostalgia del mar desde Madrid.
ResponderEliminarUn abrazo de olas,
Miguel
Uffff sin comentarios.. Hola Joanne!! estaba un poco perdido pues me fui de viaje a olvidar un poco lo cotidiano!! pero regrese!! y estoy poniendome al día con tu weblog.. Abrasos.!
ResponderEliminarte he citado en mi fotolog
ResponderEliminarhttp://ubbiar.fotolog.com/qubic/
lindo texo
beso
Q