Suena la canción de Serrat "Sinceramente tuyo" y no puedo evitar trasladarme al Centro Español de Santiago, en donde una noche de mayo Joan Manuel Serrat estuvo de concierto. Esa noche me vestí de negro y emocionada manejé hasta el Centro. Iba sola pero eso no me molestaba o detenía. Cuando llegué, el lugar estaba practicamente lleno y me detuve frente a una de las entradas en busca de donde sentarme. De repente y sin esperarlo, frente a mi, estaba él con su sonrisa de siempre. Sorprendida, no supe qué decir. Tenía siete u ocho meses sin verlo y el destino me lo puso de frente, como muchas cosas en mi vida que se mantienen constantes, presentes sin estarlo, cerca cuando más lejos me lo imagino... Andas sola, preguntó? Le contesté que sí y el me ofreció una silla a su lado (el andaba con un amigo). Fue una noche mágica, como esas que se ven en las películas donde reinan las coincidencias, los inevitables encuentros y reencuentros con el pasado. Serrat cantaba y él me tomaba de la mano, a lo cual le seguía una sonrisa, una tímida mirada de mi parte. La noche siguió con una copa de vino y una conversación sobre mi futuro. Le contaba de mis deseos de ir a Nueva York y de las dudas que tenía al respecto mientras el me daba motivos por las cuales debía irme. Debes ser libre, me decía. "Ve por unos meses, un año. Date la oportunidad de aprender y vivir cosas nuevas". En ese momento no imaginaba el giro que daría mi vida en los meses siguientes. Luego cada quien tomó su carro y el me siguió para asegurarse de que llegara bien a casa. Prometimos volver a vernos, pero ambos sabíamos que al despedirnos las probabilidades de un encuentro serían pocas, si acaso posible. Sin embargo, poco importaba si volvíamos a vernos o no. A veces no hay que tener a las personas de frente para saberlas cerca del corazón; de eso estábamos seguros.
Primero que nada, muchas felicidades por tu blog, siempre he creido que tus letras son exelentes y maravillosas. Por ptro lado hay noches como esas, en las que solo quieren que sean.
ResponderEliminarLos pequeños detalles hacen los grandes momentos, ciertamente… pero por cada gran momento parecieran sucederse multitudes de pequeños momentos anodinos, o sencillamente indeseables, contra los cuales luchar constantemente… Es una verdadera lástima que ese tipo de personas, o mejor, que ese tipo de relaciones no nos acompañe a lo largo de la vida… Y que las causas y el azar nos vayan cercando, que aquellas pequeñas cosas nos hagan llorar una noche de julio cuando nadie nos ve…
ResponderEliminarGuau! Serrat? Joan Manel Serrat?! Esta anécdota es digna de mención! Hay una canción de Sabina, "Mi primo el Nano", que es una oda a Serrat, escuchala si tienes oportunidad. La canción dice que detrás de él "está la gente que necesita su música bendita, más que comer." Y es cierto, por que "cuando canta le tiembla el corazón en la garganta."
ResponderEliminarY en fin... aquí en Cataluña es todo un mesias, un poeta, la gente lo admira y lo quiere como a ningún otro, Serrat sólo hay uno. Y Joanne también ;)
Maravillosa historia. Con Serrat cantando, sin duda, el encuentro fue aún más mágico.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias Karen por tus palabras. Me alegra sobremanera que te agrade este espacio que ya no es tan sólo mío.
ResponderEliminarAbrazos,
Joanne
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"Que nos haga llorar una noche de julio cuando nadie nos ve"... lindo, estás citando a Serrat. Esa canción, "Aquellas pequeñas cosas" es otra de mis favoritas. Hace poco escribí algo al escucharla. Y es que las canciones de Serrat siempre invitan a soñar, a recordar esos pequeños detalles o momentos en que fuimos felices.
Y si, es una pena que relaciones y personas que nos hacen felices muchas veces no nos acompaña a lo largo de nuestras vidas, pero tal vez por eso apreciamos mejor esos momentos, porque fueron pocos, quizás breves, pero no por ellos menos hermosos.
Que lindo tu comentario. Me encantó.
Abrazos,
Joanne
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Hola Luis,
Si, Serrat!!! Tengo que escuchar esa canción de Sabina, no la conozco. Estoy de acuerdo contigo, Serrat hace estremecer a cualquier corazón; sus canciones y su voz son preciosas. Ese concierto es para mi inolvidable, no sólo por el encuentro sino porque tuve la oportunidad de ver de cerca a Serrat, de escucharlo cantar e imaginarme que lo hacía para mi.
Como bien dices, Serrat sólo hay uno.
Abrazos querido tipo corriente. No te pierdas!!
Joanne
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Gracias Vitico,
Si, estos días han sido de mucha tranquilidad. Espero que te encuentres bien.
Abrazos,
Joanne
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Gracias Laura. Tienes toda la razón; Serrat provocó magia esa noche.
Saludos,
Joanne
Esos amores son los mejores...
ResponderEliminarEres muy afortunada...
* Sentimiento indefinido...
Qué bonita historia, Joanne.
ResponderEliminarSerrat tiene otra canción que dice "es caprichoso el azar", y la recordé al leerte, por lo del reencuentro con tu amigo.
Es cierto eso de que las personas que están lejos son las que más cerca están de nuestro corazón.
A veces pasamos meses sin ver a una persona y cuando la encontramos en alguna esquina de la vida, el cariño está intacto, es el mismo de siempre.
Momentos mágicos.
ResponderEliminarAsi es Rosa, a la gente que se quiere no importa el tiempo y la distancia, siempre están.
ResponderEliminarGracias querida Ro por estar presente.
Joanne
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Hola Francisco. Sí, sin duda momentos mágicos.
Gracias por la visita,
Joanne