miércoles, 17 de diciembre de 2008

Mi necesidad

Mi compañero de oficina no vendrá hoy, lo cual me hace feliz. Hoy día disfruto cada posible minuto de soledad, no sólo lo disfruto sino que lo ansío y en cada oportunidad lo vivo y siento como si fuese el último. Es una extraña sensación para mí que siempre he llevado la soledad a mi lado, en ella he tenido tanto felicidad como tristeza. En estos días me conformo con sentirla por un par de horas, es como una droga que necesito para sobrevivir. Su ausencia me provoca ansiedad, me pone de mal humor hasta el punto de no reconocerme a mi misma. He llegado a la conclusión que soy uno de esos seres que no nacieron para vivir acompañados; claro, no quiere esto decir que no necesite de gente, amigos o comunidad. Al contrario, necesito saber que existen, que al salir de mi guarida ellos esperan del otro lado de la luz pero igual puedo prescindir de ellos por momentos, apagarlo todo para poder escuchar el silencio, para oír las voces que en mí no cesan, para calmar este cuerpo que fácilmente es amenazado por el ruido y la muchedumbre. Sé que esto es completamente contradictorio en alguien que ama la cuidad y sus calles pero, la realidad es que si bien es cierto que la cuidad me llena, es el anonimato lo que más me gusta de ella, el caminar por horas y saber que nadie se ha fijado en mi, que no importa si hablo sola o si llevo las medias rotas, la cuidad sigue en constante movimiento dejándome como observadora o centinela atenta a cada paso, rostro o conversación. Aún allí, entre todo, encuentro la soledad. Últimamente me ha faltado tiempo y espacio para todo esto pero, como dije, hoy estoy sola y las interrupciones serán menos. El día está lluvioso, la neblina cubre edificios y el rocío el asfalto; es mi fortuna ser testigo de ello.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Inevitabilidad


















Caer y esperar.

Es en esta espera
donde por primera vez
se siente el roce de las piedras.

Dejarse arrastrar
disfrutar la incertidumbre del viaje
ignorar la propia inevitabilidad.

Nacer para al final no saber del cuerpo o uno mismo
ser tal vez hormiga
quizás gaviota.

(Foto de JR Photography)

lunes, 8 de diciembre de 2008

Proceso - Exposición Fotográfica

Exposición de Fotografía de Fausto Ortiz
Museo de Arte Moderno, Santo Domingo
Del 12 de diciembre al el 2 de enero de 2008

viernes, 14 de noviembre de 2008

Bokeh

Distorsionar
retroceder
repetir hasta hacer de lo específico
un todo
como bajar el telón
y enfocar sobre ella la luz
hacer de su mirada el eje
eliminar todo cuanto pueda dañar
o cambiar en algún modo
el halo de su cuerpo
límpido
perfecto
sin filtros
(u obstrucciones).

lunes, 3 de noviembre de 2008

Rosa íntima

Rosa íntima. Así se titula el tercer poemario de la escritora dominicana Rosa Silverio, el cual fue puesto a circular durante la Feria del Libro de Santo Domingo el pasado abril. El título, que también lo es del último poema del libro, alude al ambiente y sentir de los poemas. A través de estos poemas uno se imagina estar en el universo de Rosa, en la intimidad de su casa, sus cosas y sus pensamientos. Es como si ellos invitaran a tomar una tasita de café y, una vez se acepta entrar, ya no se puede salir sin querer conocer y leer cada uno de ellos. Rosa nos presenta una serie de historias, lugares y momentos comunes a muchos pero con una forma de expresión muy particular y de una contagiosa sensibilidad.

El poemario inicia con un poema que juega a ser de otra, de Silvia, o más bien de La mujer dormida, la cual recorre el mundo "con los ojos abiertos pero dormida", como quien ignora su realidad para creer que vive una vida ajena. A éste le sigue Mi tristeza, poema con el cual Rosa ganó el premio Nosside de Italia en el año 2005. Se podría decir que este explica, a su modo, la tristeza que envuelve la mayoría de los poemas a seguir: "Hay en mí una predisposición natural/ una involuntaria placidez ante esta forma de estar/ que nadie comprende". Entre la autora y la tristeza hay una relación de amor y odio, una constante lucha y entrega.

Esta tristeza también es a veces forjada por la necesidad o la idea de que no hay otro modo de llegar a la felicidad sino mediante la aflicción. En el poema Dime vemos la negación, la autoimposición de vivir entre sombras, con la angustia de saber donde se encuentra la luz pero con temor a perseguirla ("La felicidad que aún me resisto a descubrir"). En este poema también hay algo de Silvia, la mujer misteriosa detrás de la cual se esconde la escritora cuando afirma el miedo de saberse "descubierta y vulnerable/ ante la terrible inmisericordia de los hombres". Existe una búsqueda interior, un afán por conquistar sus miedos, por liberarse de sí.

La solución a esta búsqueda ha de encontrarse en la poesía ya que constituye el eje sobre el cual gira el mundo de Rosa. En Tarde, ella nos cuenta:

"Puede que no haya tiempo
para todas esas cosas,
pero estoy segura de que hay un momento,
una hora inalienable e irreductible,
para sentarme bajo el árbol
y escribir tranquilamente mi poema
."

No importa "el paraguas y aguacero", cuan tarde sea para "volverse tormenta o sombra". Lo esencial es siempre regresar al poema, a las palabras, porque es a través de éstas que Rosa se ve a sí misma y permite que los demás se acerquen a ella.

El poema Sentirse solo es uno de los más conmovedores del poemario. En él se describe a la soledad como algo que va más allá de sí: soledad es muerte, silencio, carencia, pérdida y ausencia. Aquí reaparece el ser que se esconde, esta vez no por sus temores sino por el inevitable vacío que en ocasiones resulta invisible ante otros ojos:

"Es una ausencia de barcos, de peces,
un naufragio, una caída, un ala rota,
una piedra que no habla
y le hace creer a todos que no siente,
pero dentro de ella...
ay, dentro de ella el llanto y la espuma,
murciélagos nocturnos,
alma de tigre y espanto,
blancura y cascada,
suave palpitación de la carne,
temblor secreto que estremece su interior.
Estar solo es más triste que estar solo
."

Es imposible no detenerse en cada verso y pensar en esa soledad que a todo el mundo azota en algún momento; pensar en la soledad como la más terrible tristeza porque como bien dice Rosa, "sentirse solo no es carecer de compañía", es mucho más que la sensación y conciencia de ese estado solitario, es rendirse ante él y dejar de ser porque no se sabe otra forma de subsistir.

Hay, además, situaciones en que las mismas circunstancias obligan a vivir aislados y completamente desconectados de nuestro alrededor. El poema Nada es más triste nos presenta a una mujer que se siente extranjera en una urbe donde nada le pertenece, donde nadie la espera y ella misma no sabe qué esperar de la cuidad. Así como en el poema El parque, la cuidad ahonda el dolor que causa la lejanía, la no pertenencia, la soledad reflejada en cada cosa, ya sea un banco, la risa de los niños, los perros o el viento.

Sin embargo, hay momentos en que la autora logra evadir la soledad al hacer uso de las cosas cotidianas que le rodean. En el poema Costura encontramos a una mujer cuyo mundo se encuentra incompleto y decide reconstruirlo a partir de un hilo y aguja. Se siente extraña en su propia casa, nada es suyo en ese hogar que parece ensancharse mientras ella espera, no sólo al marido sino a aquello que ha de enmendar lo roto, su interior.

El tiempo -o quizás mas bien el temor a él- constituye otro elemento del poemario. En La espera nos encontramos con una mujer madura para quien el paso del tiempo constituye la muerte y, aunque no le teme, se encuentra insegura, ansiosa por no saber si está lista, si ha esperado lo suficiente o no. Lo contrario sucede en Miedo, donde vemos a una mujer que ante el espejo cuestiona el tiempo, pero desde el punto de vista de una joven que se rehúsa a los cambios físicos que le ocurren y a las consecuencias que éstos conllevan. El paso del tiempo implica inseguridad del presente, del mañana que a la vez depende de él. Igual existe un diálogo entre éste poema y Pasado, el cual podríamos decir que es la continuación del anterior. En este último ya no cuestiona el futuro sino que teme a lo que ha hecho de sí misma, la manera en que ha manejado su tiempo. Ella cuestiona el pasado a partir de su presente.

Al llegar al final del poemario nos encontramos con dos poemas algo distintos a los anteriores. Resurrección surge como un soplo de aire fresco, como si al final de la búsqueda la autora encontrara aquello que buscaba. Han concluido las renuncias y la mujer acepta su ser a pesar de admitir que no es la misma, que incluso tal vez sea otra. Pero todo esto pasa a un segundo plano ya que al final, en Rosa íntima, ella encuentra su verdad y mediante ella se libera.

Rosa íntima es, en esencia, una mirada a la interioridad de Rosa, un acercamiento a sus inquietudes, miedos y percepción de lo que le rodea. Aunque a veces escriba desde un ‘yo’ y en otras ocasiones a partir de una cortina u otros ojos, al final siempre es ella, la que se define a través de la poesía e igual se deja sentir mediante ella.
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Sobre la autora:
Rosa Silverio nació en la ciudad de Santiago de los Caballeros, República Dominicana. Periodista y escritora. Coordinó por varios años el Taller Literario Tinta Fresca. Fue premiada por sus cuentos para niños “El ave que no podía volar” y “Niki”. Obtuvo el primer lugar en el concurso “Terminemos el Cuento”, patrocinado por Listín Diario y Unión Latina. Fue reconocida en el concurso Colorín Colorado por su cuento “La caja donde Alicia guarda sus secretos”.

En 2002 recibió un premio en el concurso de cuentos que organiza Radio Santa María por el relato “La mueca”, y en 2003 ganó el primer lugar en el Concurso de Cuentos, Poesía y Ensayo que organiza la Alianza Cibaeña, con el texto “La canción rota”. Ha publicado los poemarios: De vuelta a casa (2002), Desnuda (2005) y Rosa íntima (2008).

En 2005 fue reconocida como la Vencedora Absoluta del XXI Premio Internacional Nosside que organiza el Centro de Estudios Bosio en Reggio Calabria (Italia). Sus cuentos y poemas figuran varias antologías y han sido publicados por revistas y suplementos culturales de diversos países. Su obra ha sido traducida a varios idiomas.

Más información sobre la autora y sus publicaciones en http://www.rosasilverio.com/.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Teatro Vivo

A theatre festival, consisting of five readings of plays in Spanish written by award-winning women writers, and staged by emergent Latino directors. Both writers and directors currently live in New York City. The authors and the directors will be available for a dialogue with the public after each reading: they will explore the need of a text (the human voice contained in it) that resists vanishing in contemporary theater and talk about the relation of power within women, a subject present in most pieces.

Primer encuentro Teatro Vivo de lecturas dramatizadas. El evento se llevará a cabo en el Centro KJC de NYU desde el domingo 2 al viernes 7 de noviembre (habrá "intermedio" el martes 4 por las elecciones). El evento reune a escritoras, directores y actores de la comunidad hispanohablante de la ciudad.


OBRAS Y FECHAS

"Un lugar donde caerse muerta" de Lina Meruane (Chile)
Dirigido por Martin Balmaceda. (Chile)
domingo 2 de noviembre, 6:00pm

"Fuga mundi" de Maria del Mar Gómez (España)
Dirigido por Jorge Merced (Puerto Rico)
lunes 3 de noviembre, 7:00pm

"La Jaula bajo el trapo" de Maria Negroni (Argentina)
Dirigido por Maria Litvan. (España)
miércoles 5 de noviembre, 7:00pm

"Tres asedios al Guatón Loyola" de Diamela Eltit (Chile)
Dirigido por Diana Chery (Colombia)
jueves 6 de noviembre, 7:00pm

"Mi Versión de los Hechos" de Carmen Boullosa (México)
Dirigido por German Baruffi (Argentina).
viernes 7 de noviembre, 7:00pm

http://www.nyu.edu/kjc/invitations/teatrovivo.html

viernes, 24 de octubre de 2008

Desde la Prince

Camino sin saber en búsqueda de qué. En las manos la Nikon y un lente que me permite no tener que acercarme demasiado. Distancia. ¿Será que le temo a las preguntas, a las miradas molestas? No me agrada entrometerme sin pasar desapercibida. Por ello me detengo, observo, trato de grabar en mi memoria algunos ojos o acción mientras dejo para la cámara los edificios, las ventanas por las cuales imagino historias, colores y sombras que provoquen un pensamiento, alguna inquietud. Me fijo en las pequeñas cosas, aquellas que en general pasan inadvertidas, la pintura descascarada de las paredes, el óxido que grita olvido, la serie de columnas que visten las grandes ventanas de edificios donde en algún momento se cosían pantalones o sombreros, como los que hacía mi madre en una de las tantas factorías del antiguo Village. Allí, una tras otra mujeres con sus delantales sobaban y sobaban telas ante las viejas máquinas Singer, alumbradas por luces fluorescentes sin saber la hora del día, con la espalda cansada y pensando en el hijo que otra lleva a la escuela, en la hija a la que anhela proporcionar mejor destino. El recuerdo me llega como algo ajeno y la imagen me entristece al recordar que en ese momento aquello era para mí tan sólo el trabajo de mi madre. Un trabajo y nada más. Sin embargo ahora, más de veinte años después comprendo los cimientos que ella sembraba, su afán por salir temprano y el corre-corre que llevaba siempre. Ahora que tras las mismas ventanas viven gente tal vez no tan sencilla en lofts que hace mucho perdieron rastro alguno de sus orígenes, mientras paseo con ligereza por la calle Prince, sin prisa durante el almuerzo de un trabajo que a pesar de ser en la misma área donde hace treinta años laboraba mi madre pero, en oficina de luz natural y sin ponchar tarjeta, logro comprender lo que sucedía tras estos edificios, tras estas paredes pintadas de colores pastel, impecablemente limpias. Ahora comprendo las ausencias, la diferencia que mi madre forjaba para mí y que hoy puedo captar no sólo con mi cámara.

jueves, 23 de octubre de 2008

Desahogo

No sé si será la distancia, el idioma, el estar rodeada de cosas y gente que nada tiene que ver con una época en que llevaba la sensibilidad a flor de piel, tiempo en que la poesía estaba en todas partes, cuando la sentía y respiraba como al aire, como siento hoy este frío que no me permite pensar/recordar el mar y la arena. No sé si es porque hoy, escuchando canciones que conozco y otras tal vez nuevas para mí pero sin parecer nada extrañas, de repente siento ansias de llorar, de escribir, de regresar a ese pasado donde sólo el instante mismo importaba, instante en que podía escuchar una guitarra por horas sin temor a ser interrumpida, cerrar las puertas y dejarme llevar por los caminos del corazón. Tal vez sea la edad, la imposibilidad de escapar, la ansiedad de tantas cosas por hacer, no lo sé, sólo sé que hoy, escuchando a Serrat, Rodríguez, Sosa, Guerra y Milanés he vuelto a recordar quien fui, a quien he dejado a un lado para ir en búsqueda de algo nuevo, para alimentar los sentidos con cosas de un mundo ajeno y mío a la vez, un lugar agridulce en el cual voy evolucionando de prisa, con miedo a perderme pero igual continuo corriendo por temor de quedar atrás. Tal vez he olvidado en que consiste la belleza, quizás el influjo de esta cuidad que nunca cesa de lastimar me ha hecho perder la sensibilidad, me ha creado una coraza, me ha sobrecargado de información hasta el punto de carecer de filtro y ser incapaz de detenerme y pensar o percibir la esencia de las cosas, aquello que me hace realmente feliz…

¿Hacia dónde voy? No lo sé. Como siempre, me he dejado llevar hasta perder por completo el motivo y sentido de tanto desborde.

Cuando ya me empiece a quedar solo

En la oficina, con un montón de cosas por hacer, escuchando a Pandora para asi sentir que estoy sola, para que a nadie se le ocurra molestarme al verme con los audífonos, y entre tantos papeles, sin saber por dónde empezar, surge la voz de Mercedes Sosa. Cierro los ojos. Me detengo. Por unos segundos dejo de estar aqui.

Busco en la red las letras de la canción. No pude evitar compartirla:

Cuando ya me empiece a quedar solo

Tendré los ojos muy lejos
Y un cigarrillo en la boca,
El pecho dentro de un hueco
Y una gata medio loca.

Un escenario vacío,
Un libro muerto de pena,
Un dibujo destruído
Y la caridad ajena.

Un televisor inútil
Eléctrica compañía,
La radio a todo voulumen
Y una prisión que no es mía.

Una vejez sin temores
Y una vida reposada,
Ventanas muy agitadas
Y una cama tan inmóvil.

Y un montón de diarios apilados
Y una flor cuidando mi pasado
Y un rumor de voces que me gritan
Y un millón de manos que me aplauden
Y el fantasma tuyo, sobre todo
Cuando ya me empiece a quedar solo.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Trayecto

Es éste el camino que me lleva,
este hilvanado de líneas imperfectas,
peligrosas,
trayecto que se pierde entre opacidad y abandono,
entre el campo remoto
e inaccesible.

Foto tomada por mí

sábado, 27 de septiembre de 2008

Transit

A propósito del post anterior, aqui una traducción que hice de mi poema "Transitar" para la lectura en Cornelia Street Café.

Dim lights running through dark tunnels,
resounding noise over tracks,
the annoyance of a voice on the mike
while another shrieks on a radio.

Weary eyes,
tired of staring at the filthy floor
just to avoid an encounter
with a curious, perhaps unsettled gaze;
turn away so not to see one’s reflection.

50th, 53rd…
How to distinguish one from another
when both have the same gloom
the same frigidness of its walls,
monotony of its bulletins.

Abode of rats and humidity
of rush hours and neglect
of rust and stagnant air;
smell of alcohol,
fries, rancid perfume.

Liberty and confinement,
long hours of silence
in crammed trains,
transit amid masses
and be just one
of many…

It is then when solitude is felt most.

Notas para iniciar el fin de semana

Sábado, diez de la mañana. Es extraño este silencio. Me parece estar de vuelta en aquel apartamento de Briarwood donde convivía con el silencio y la soledad, donde todo era mío, sólo mío: tiempo, espacio, aire, quietud. Está nublado. Al parecer va llover. Ojala estuviera cayendo ahora, mientras sentada frente a la venta y el computador no veo más que un par de casas y un árbol con rastros del otoño que se aproxima. El café se ha enfriado mientras el pensamiento se ha ido a caminar entre los días ya pasados y la brevedad del fin de semana en el que debo hacer cabida para las tantas cosas pendientes.

Pero antes de empezar los quehaceres y tareas quiero repasar un poco estos últimos días y hacer nota de ellos para no olvidarlos.

Hace un par de semanas comencé el semestre en la universidad. Ya voy en el segundo año de la maestría en escritura creativa en NYU. Me queda un año para concluir y la verdad no me siento lista para dejar el ambiente en que me siento súper cómoda y los amigos por los que he llegado a sentir gran cariño. Por lo tanto pienso aprovechar al máximo cada minuto de mi tiempo en la maestría; sería ideal dedicarme a ser estudiante tiempo completo y no tener que trabajar pero lamentablemente en este país eso es un lujo que poco nos podemos dar, especialmente cuando ya has estrado en edad de adulto responsable. Pero en fin, soy feliz con estar allí, con compartir con tanta gente creativa y con distintos modos de ver la vida y el arte.

El semestre pasado tuve la oportunidad de conocer a varios escritores, no sólo conocerlos sino escucharlos hablar sobre su trabajo, sus ideas en torno a la literatura así como sus proyectos e inicios con la escritura. Entre ellos se cuentan María Negroni (Argentina), Sergio Chejfec (Argentina/Venezuela), Mónica de la Torre (México), Giovanna Pollarolo (Perú), José Manuel Prieto (Cuba) y Carmen Ollé (Perú). De todos, quien más me impresionó fue Negroni y hasta el día de hoy me encuentro fascinada con ella. Este semestre ella regresó para hacerse cargo de uno de los cursos ofrecidos por la maestría (lamentablemente no pude inscribirme en él). Espero, más adelante tener un poco de tiempo para hablar de todo esto.

Al concluir ese semestre el verano pasó sin novedades. No logré hacer todo cuanto tenía planeado y aunque no fue de los mejores, concluyó con una linda celebración en casa: mis treinta años. Si, ya son treinta. Lo extraño es que a contrario de años anteriores, me sentía conforme y contenta. No entristecí ni estuve melancólica, no reflexioné mucho sobre el tiempo y lo que he hecho o no con él. Lo que si hice fue llenar las paredes de globos, comprar gorritos de cumpleaños, bizcocho y hasta una tiara para la cumpleañera. Celebré mi cumple como no lo había hecho desde que era adolescente. Creo que poco a poco he ido aceptando los cambios que han surgido en mí este último año, entre los cuales se encuentra una nueva percepción de mi vida y futuro. No le temo tanto al mañana como antes y aunque a veces lamento las cosas que no haya hecho y las oportunidades que dejé pasar, estoy en un momento en mi vida en el cual me siento satisfecha con quien soy. Sí, tengo treinta pero siento que apenas estoy comenzando, que todos mis errores y ‘pérdidas de tiempo’ me han traído hasta aquí. Ni yo misma puedo creer este repentino optimismo.

Volviendo a septiembre, este mes comenzó con dos lecturas en las que pude participar leyendo algunos de mis poemas. La primera, organizada por una compañera, fue en Cornelia Street Café y la segunda, organizada por el programa de Creative Writing in Spanish de NYU, en el King Juan Carlos Center. Fue la primera vez que leí mi trabajo ante un público en Nueva York. Las lecturas me motivaron a seguir escribiendo y ahora mismo me encuentro sumergida en proyecto del cual espero ver los frutos algún día no muy lejano.

Aunque no escriba frecuentemente en el blog, trato de mantenerme activa, o mejor dicho, de sacar tiempo para poder hacer las cosas que quiero y me gustan ya que la vida misma me mantiene siempre ocupada quiera o no.

Y hablando de cosas por hacer, a ver si doy inicio a este sábado…

jueves, 21 de agosto de 2008

Sólo entonces

Cuando logro cerrar las puertas, callar a los demonios y escuchar el silencio -aún cuando las paredes dejan escapar el ruido del mundo exterior, aquel en que a veces no pertenezco-, cuando todo deja de existir y logro escuchar a mi misma, no la voz que día tras día se lamenta o asfixia, no, cuando logro escuchar aquella que desde el fondo grita sin realmente querer ser escuchada, la que existe sólo cuando todo lo demás se esconde, entonces, sólo entonces, puedo sentir un poco de paz.

jueves, 14 de agosto de 2008

Libros que cambiaron sus vidas

El País publicó hace unos días un reportaje titulado "Cien escritores en español eligen los 100 libros que cambiaron su vida". Es un listado interesante y creo que para algunos podrá servir de referencia. Aquí la página.

Lista completa de libros

sábado, 9 de agosto de 2008

Rosa Silverio en Clave Digital

*El poema del viernes
Rosa Silverio, navegante de la nostalgia
La joven santiaguera combina en su poética una amalgama de talento y belleza.
Santiago Almada

Cada viernes Clave Digital publicará un poema y una semblanza de un joven poeta dominicano. Hoy el espacio está dedicado a Rosa Silverio, una talentosa muchacha que ha sabido convertir a la palabra en territorio de emociones y nostalgias.

Su estilo se caracteriza por un ritmo especial y por un manejo de las sensaciones que, a partir de situaciones cotidianas y detalles mínimos, carga de significación cada una de las cosas de su entorno para reflexionar sobre los sentimientos más profundos del alma.

Rosa Silverio nació en la ciudad de Santiago de los Caballeros, República Dominicana. Es periodista y escritora. Coordinó durante varios años el Taller Literario Tinta Fresca. Fue premiada por sus cuentos para niños “El ave que no podía volar” y “Niki”. Obtuvo el primer lugar en el concurso “Terminemos el Cuento”, patrocinado por Listín Diario y la Unión Latina. Fue reconocida en el concurso Colorín Colorado por su cuento “La caja donde Alicia guarda sus secretos”.

En 2002 recibió un premio en el concurso de cuentos que organiza Radio Santa María por el relato “La mueca”, y en 2003 ganó el primer lugar en el Concurso de Cuentos, Poesía y Ensayo que organiza la Alianza Cibaeña, con el texto “La canción rota”. Ha publicado los poemarios: De vuelta a casa (2002), Desnuda (2005) y Rosa íntima (2008).

En 2005 fue reconocida como la Vencedora Absoluta del XXI Premio Internacional Nosside que organiza el Centro de Estudios Bosio en Reggio Calabria (Italia). Sus cuentos y poemas figuran en varias antologías y han sido publicados por revistas y suplementos culturales de diversos países. Su obra ha sido traducida a varios idiomas.

Respecto del poema elegido, la autora comenta para los lectores de Clave Digital: “El proceso de creación de cada poema mío suele ser muy fluido, no me gusta forzarlo, aunque eso no quiere decir que no lo trabaje, que no vuelva la mirada sobre el texto varias veces después de haberlo escrito. Suelo escribir valiéndome de todo lo que imagino, lo que percibo a través de los sentidos, de todo lo que intuyo, de todo cuánto he vivido”. “Este poema en particular lo escribí hace más de cinco años. Acababa de leer la novela Mrs. Dalloway de la escritora inglesa Virginia Woolf, una de mis autoras de cabecera, y me sentía embargada por una sensación muy honda de insignificancia y de pérdida ante todas las cosas, así que me senté frente al ordenador y escribí este texto que aparece en mi segundo poemario titulado Desnuda”.

Todo era nostalgia
La mujer que lee a Mrs. Dalloway pensó
que todo era nostalgia esa mañana.
Desde el pétalo que la rosa aun no ha perdido
hasta el espectro cuarteado de su sombra.
Todo era pequeñez en su universo,
un montón de insignificancias que agigantan la tristeza,
el dejo de ilusión que se llevó las horas,
las margaritas que envejecen en los surcos de su ojos.
Todo era nostalgia, vaguedad de la memoria,
el cansancio que desfloró a sus miembros.
Ya no hay porqué falsear una pose,
inventar paraísos o forzar el encuentro,
todo se ha perdido en la conflagración del roce.
Y ahora, la mujer que lee sabe que la mancha
que olvidó el café tiene su historia
y que todo lo que adorna su estancia,
desde las notas musicales del piano que duerme,
hasta la sombrilla que se desagua en una esquina,
sólo es un pequeño fragmento del ayer
y nada, ni siquiera la nostalgia,
traerá de regreso el ansiado fulgor
que han perdido cada una de esas cosas.

*Artículo tomado de Clave Digital, de fecha 8 de agosto de 2008.
Más de Rosa Silverio en su blog, http://rosasilverio.blogspot.com/

jueves, 7 de agosto de 2008

Desde mi lente

Soy un ser complicado, lo sé. Sin embargo no creo que sea tan difícil comprenderme; una vez dejen de considerarme una mujer normal y desistan en explicar mis cambios de humor podrán ver un poco más allá de esa mirada que tiende a tomar vuelo a deshoras, de la tristeza y silencio que a veces me envuelve por largas horas, días. No reduzcan mi silencio a una mera clasificación psiquiátrica de temperamento, las palabras no sirven de mucho cuando hay poco que decir, así como también resultan insuficientes cuando el pensamiento no se hace más que formular pregunta tras pregunta, haciendo un caos de la realidad, del hoy y el mañana. Mis emociones tienden a huir de un extremo a otro, sin poder dar yo misma con ellas cuando intento sujetarlas y convencerlas de que es necesario mantener la estabilidad para poder sobrevivir entre seres normales y simples que, según dicen, saben vivir la vida. Lamentablemente no todos nacimos para vivirla, al menos no del modo en que dictan los textos de autoayuda o las normas de Feng shui. A veces veo mejor cuando el lente está libre de filtros, ¿para qué ver el cielo más claro cuando sé que es un espejismo o cortina? La vida es lo que es, un pasaje entre un gran vacío. ¿Qué soy pesimista? Tal vez. Pero, ¿qué hacer si las pequeñas cosas que me llenan son las mismas que me aíslan de los demás? ¿Acaso debo llevar un antifaz para evitar ser interrogada y encasillada? ¿Cómo esconder mis complejidades si ellas han forjado la mujer que soy, las imperfecciones que me distinguen y el hueco que llevo en el pecho? ¿Cómo dejar de ser si lo que soy es todo cuanto conozco?


Callar, no decir más. Quizás sea más fácil para mí y los que amo.

miércoles, 6 de agosto de 2008

La duda

Ella acecha
calla
espera

Un poco de flaqueza
y no se hace esperar

Llega como el viento
desde la marea

Todo lo arrastra

Nada vuelve a su lugar.

Desespero

Aturde el silencio,
la angustia de ser fosa
en que sucumben los sueños,
se extinguen los sentidos,
y muere cada palabra
antes de ser.

miércoles, 30 de julio de 2008

Silente

Desespera esta ansiedad de no poder escribir,
de no encontrar palabras que aniquilen el silencio.

jueves, 10 de julio de 2008

Fotoblog

Les invito a visitar mi nuevo fotoblog: http://joannerv.com/photography/.

La idea es tener una razón para seguir adelante con mi hobby preferido y aprender un poco más con el paso de las días.

Espero lo disfruten!

miércoles, 9 de julio de 2008

De silencios, miedos y distracciones

La próxima semana este blog cumplirá cuatro años en la red; de esto me acordé mientras demoraba en terminar un ejercicio de la universidad que no he entregado a tiempo por lo mismo, porque siempre encuentro una forma de distraerme. Cuatro años y sin embargo siento que durante los dos últimos el blog ha sido tan sólo un espacio más en la red, una página que de vez en cuando grita como para no ser completamente olvidada. ¿A qué se debe la ausencia, la carencia de palabras, ideas y, más triste aún, de poesía?

Tal vez resulte más fácil culpar a mi pareja, decir que al dejar de ser soltera el blog ya no me sirve como paño de lágrimas; que quedé sin material luego de que la soledad partiera; que dije adiós para darle bienvenida a una nueva Joanne, una menos sola pero mediocre.

No negaré que la simpleza a la que se ha reducido mi vida tenga algo que ver porque nada mejor que un melodrama para que mis dedos corran sobre el teclado aprovechando cada grito y desvelo, para abonar la tierra que ha de producir nuevos textos. Dos años en que no logro escribir nada, con writer’s block como le dicen por acá. Lo mismo ha provocado dudas sobre mi capacidad de crear, me ha hecho cuestionar una y otra vez si puedo escribir algo que no sea producto de mis tristezas e inconformidades. Hubo un tiempo en que era posible pero entonces mi perspectiva del mundo era otro. Todo cambia, como dice Sosa.

Mi esposo se queja de que nunca le escribo nada, de que soy incapaz de escribir un verso donde haya, por lo menos, una posibilidad para la alegría. Aunque en el fondo reconozco mi deficiencia debo admitir que sin querer yo misma he ido cerrando las puertas a todo el mundo exterior; este último año mis frustraciones con los cambios en mi vida personal y el invariable tedio de mi vida profesional me han convertido en ermitaña, en una mujer llena de miedos que ha adoptado la oscuridad como una forma de existencia, como si sólo estuviera a salvo detrás de una cortina, en silencio.

Si bien mis miedos me han callado, no es menos cierto que los cambios -y no para justificar- han provocado un desequilibrio, es decir, antes podía dirigir mi cuerpo, mi pensamiento y mis escritos hacia donde mi corazón y mis pies los quisieran llevar porque solo existía YO. Y por mas egocéntrico que suene, la realidad es que cuando se vive solo, o mejor dicho, cuando no hay que tomar en cuenta un “otro” para cosas tan simples como ir al supermercado, no importa que el refrigerador sólo almacene leche, pan y queso ya que eso te sustenta. Lo mismo pasa al escribir, no importa que escribas de tu soledad o el tedio del día a día porque a fin de cuentas es TU día. Una segunda persona no sólo implica una división de ese día y espacio que tanto celas sino también alguien a quien debes considerar a la hora de escribir. No puedes ser completamente sincera sobre ciertas situaciones y pensamientos porque siempre habrá preguntas e interpretaciones equívocas de cosas que no quieres compartir o de lo cual quieres evitar hablar.

Ahí una parte de mis miedos: preguntas que no quiero responder, palabras que me niego a explicar.

Y es aquí, luego de tanto divagar, a donde quiero llegar (si es que esto tiene fin alguno): quiero y necesito volver a ser; encontrar la forma de sacudir mi dejadez y mis miedos y ser libre, como alguna vez fui, sacudir a ese YO del fondo del baúl y soplarle vida nueva, reencontrar la alegría en la escritura y en la mujer que soy hoy día.

viernes, 27 de junio de 2008

Flushing

Cámara en mano tomé el autobús a Main Street, el Chinatown de Queens. Mi objetivo era tomar fotos, pero más allá de las simples fotografías, lo cierto es que quería recorrer las calles como hacia antes, sentirme sola entre la multitud, escuchar y oler la cuidad, sentirme parte de ella.

Pensé que con mi lente nuevo sería más fácil tomar fotos de extraños pero nada que ver. 200mm y aun temo ser sorprendida en el intento de hurtar una expresión o mirada. Por ello me limité a los edificios y letreros, a colores y formas que llamaran mi atención. Caminé en busca de algo sin saber qué, hasta que recordé el jardín botánico. Llegué veinticinco minutos antes de que cerraran sus puertas así que tendré que volver para poder recorrerlo por completo y sin prisa.

He aquí algunas fotos:



viernes, 20 de junio de 2008

Aquellas pequeñas cosas

Escuchando la canción de Serrat no puedo evitar sentir nostalgia. Pensarás que últimamente vivo en el ayer, en un pasado irrecobrable, que en vez de caminar hacia delante estoy inerte, haciendo de la nada mi permanencia. Pero como dice Serrat, aquellas pequeñas cosas que uno cree extintas tras el tiempo y la distancia terminan siempre por volver, nos asechan en silencio esperando un momento de vulnerabilidad para darnos su estocada. Luego la herida tarda en cerrar, como si la tristeza fuese aire, agua para el desierto del cual soy presa.

Uno se cree
que las mató
el tiempo y la ausencia.
Pero su tren
vendió boleto
de ida y vuelta.

Son aquellas pequeñas cosas,
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón,
en un papel
o en un cajón.

Como un ladrón
te acechan detrás
de la puerta.
Te tienen tan
a su merced
como hojas muertas

que el viento arrastra allá o aquí,
que te sonríen tristes y
nos hacen que
lloremos cuando
nadie nos ve.

martes, 17 de junio de 2008

Mi casa

El domingo amanecí con mi casa en la cabeza. Sí, mi casa, no el apartamento donde habito y que poco se parece a mí, no esta cuidad que a pesar de amarla tanto me parece a veces fría, ajena y triste. Me refiero a mi casa en Santiago, lugar donde me esperan mis padres, donde viví trece años, donde pasé la mejor y más difícil época de mi vida. Esa noche me había soñado en ella, rodeada de amigos que no veo desde años, gente con las que he perdido la comunicación pero que en momentos como estos anhelo tener cerca.

Hoy es martes y aun tengo fresca la imagen de mi casa y mis amigos, las risas y simpleza de aquella amistad que nació en una oficina de abogados, entre almuerzos y rondas de café compartidos. Ahora, mientras escribo desde mi oficina, quisiera volver a sentarme con ellas al medio día, llamarnos por teléfono para avisarnos de la llegada del Licenciado, reír de las ocurrencias de una u otra, detenerme en la calle Independencia y despedirme hasta las ocho del día siguiente.

Al contrario de aquella, esta oficina en Greenwich Village me resulta intolerable. Cada día es más difícil despertar sabiendo que el día no guarda sorpresas para mí. Me he convertido en una mujer que desconozco y sin quererlo he dejado que la rutina se convierta en un laberinto del cual no logro escapar. He perdido el norte y no encuentro el camino de regreso, de regreso a casa y todo lo que ella representa.

domingo, 15 de junio de 2008

Rosa íntima: Conversatorio con Rosa Silverio

Tengo el placer de invitarles a un conversatorio en torno a Rosa íntima, el nuevo poemario de la escritora Rosa Silverio. El evento tendrá lugar en la Mediateca (segundo piso) del Centro de la Cultura de Santiago, este jueves, 19 de junio, a las 6:00 p.m.

Gente Común (Emmanuel Bretón y Waldo Rincón) interpretarán poemas del libro que han musicalizado.

La primera presentación de Rosa íntima fue realizada el pasado mayo en la Feria del Libro de Santo Domingo. Para más información sobre éste, su tercer poemario, ir a la página: http://rosasilverio.blogspot.com/2008/05/la-poesa-tambin-existe.html

Espero que puedan asistir y desde aquí le envío a Rosa mis mejores deseos para el éxito de su nueva obra. Lamento muchísimo estar tan lejos...

jueves, 5 de junio de 2008

Coral Bracho

Cerré los ojos para concentrarme en la suavidad del tono de su voz, para sentir el vaivén de cada verso… agua, agua. No sé si eran las repeticiones o su sutilidad al leer el poema pero por un momento olvidé que me encontraba en un auditorio lleno de gente (mayoría de habla inglesa) y me dejé llevar por la poesía.

No conocía los textos de la escritora mejicana Coral Bracho, mucho menos había escuchado su nombre previo a esa noche. Su lectura del poema Agua de bordes lúbricos fue una agradable sorpresa. Quedé fascinada con su musicalidad y fluidez. He llegado a la conclusión de que un poema, cuando se escucha por primera vez en voz de su autor, la experiencia es completamente distinta a cuando es leído por uno mismo. Claro, todo también depende de la voz. En este caso, descubrí en Coral una paz y calidez que rara vez encuentro en otros seres humanos, y me refiero no sólo a su lectura sino también al minuto en que conversé con ella mientras me firmaba una copia de su libro.

El siguiente enlace del Poetry Tranlation Centre contiene un video donde Coral recita el poema al cual me refiero:
http://www.poetrytranslation.org/media/single/Video/Coral_Bracho_reading_Agua_de_bordes_lubricos

He aquí el texto (tomado de la misma fuente):

Agua de bordes lúbricos
por Coral Bracho


Agua de medusas,
agua láctea, sinuosa,
agua de bordes lúbricos; espesura vidriante -Delicuescencia
entre contornos deleitosos. Agua –agua suntuosa
de involución, de languidez

en densidades plácidas. Agua,
agua sedosa y plúmbea en opacidad, en peso –Mercurial;
agua en vilo, agua lenta. El alga
acuática de los brillos –En las ubres del gozo. El alga, el
hálito de su cima;

-sobre el silencio arqueante, sobre los istmos
del basalto; el alga, el hábito de su roce,
su deslizarse. Agua luz, agua pez; el aura, el ágata,
sus desbordes luminosos; Fuego rastreante el alce

huidizo –Entre la ceiba, entre el cardumen; llama
pulsante;
agua lince, agua sargo (El jaspe súbito). Lumbre
entre medusas.
-Orla abierta, labiada; aura de bordes lúbricos,
su lisura acunante, su eflorescerse al anidar; anfibia,
lábil –Agua, agua sedosa
en imantación; en ristre. Agua en vilo, agua lenta –El
alumbrar lascivo

en lo vadeante oleoso,
sobre los vuelcos de basalto. –Reptar del ópalo entre la
luz,
entre la llama interna. –Agua
de medusas.
Agua blanda, lustrosa;
agua sin huella; densa,
mercurial
su blancura acerada, su dilución en alzamientos de
grafito,
en despuntar de lisa; hurtante, suave. –Agua viva

su vientre sobre el testuz, volcado sol de bronce
envolviendo
-agua blenda, brotante. Agua de medusas, agua táctil
fundiéndose
en lo añil untuoso, en su panal reverberante. Agua
amianto, ulva
El bagre en lo mullido
-libando; en el humor nutricio entre su néctar delicado;
el áureo
embalse, el limbo, lo transluce. Agua leve, aura adentro
el ámbar
-el luminar ungido, esbelto; el tigre, su pleamar
bajo la sombra vidriada. Agua linde, agua anguila
lamiendo su perfil,
su transmigrar nocturno
-Entre las sedas matriciales; entre la salvia. –Agua

entre merluzas. Agua grávida (-El calmo goce
tibio; su irisable) –Agua
sus bordes

-Su lisura mutante, su embeleñarse
entre lo núbil
cadencioso. Agua,
agua sedosa de involución, de languidez
en densidades plácidas. Agua, agua; Su roce
-Agua nutria, agua pez. Agua

de medusas,
agua láctea, sinuosa; Agua,

lunes, 5 de mayo de 2008

Desaliento

Desaparecer, carecer de nombre y rostro; no ser una extraña porque entonces ocuparía un lugar, aun insignificante, pero existiría. Existir, he ahí el detalle. Si no soy, no pienso.

La existencia debería ser una opción, no una imposición. Recibir un sumario de lo que sería tu vida, el vivirla resultaría de un sí o un no; en caso segundo, permaneceríamos en el vacío, polvo entre polvo, aire, partícula de un todo que en realidad es nada. Tal vez no aprendería a sentir, llorar, reír, pero como no hace falta aquello que se desconoce o ignora, daría igual.

domingo, 4 de mayo de 2008

Domesticada

Sí, sí, sí,
así debe ejecutarse el performance.
Negativa equivale a fallo,
egoísmo.

Precepto: no existir.

Sí, sí, sí.
La obra debe continuar.
¿Cuestionas?
Recuerda la costilla.

Vamos, andando.
El tiempo, el tiempo.
¿Tuyo? ¿Cómo?

Cabida para dos, no.

Vamos, andando,
el hombre espera.

lunes, 28 de abril de 2008

El uptown de los dominicanos (en NYT)

En la siguiente página del New York Times encontararán un video (redactado en inglés) con imágenes del alto Manhattan "dominicano", desde restaurantes, hasta "chimis" y habichuela con dulce:
Foto tomada de Time Out New York

miércoles, 23 de abril de 2008

100% Venezuela

Press release
Del 23 al 27 de abril
¡VUELVE 100% VENEZUELA!
NYU-VENEZUELAN FILM FESTIVAL, SECOND EDITION
en New York University’s King Juan Carlos I of Spain Center
53 Washington Square South (entre Thompson & Sullivan Streets)

Venezuela ha sido reconocida internacionalmente por su enorme potencial energético siendo además uno de los principales exportadores de petróleo a los Estados Unidos. Sin embargo, nunca antes su exposición pública había tendido tanta visibilidad como ahora. Desde la llegada del presidente Hugo Chávez al poder en 1999, Venezuela ha estado en los titulares de los medios de comunicación a nivel mundial. Por polémicas y diferencias políticas, por el alza en los precios del petróleo, por su política popular anti-imperialista e importante influencia y liderazgo en la región, por su cercanía a enemigos de los Estados Unidos, o simplemente por el peculiar estilo de su jefe de estado; Venezuela ha obtenido una interesante visibilidad. Esta incuestionable presencia en el panorama político global resulta a todas luces limitada cuando se produce un recorte histórico, necesario pero insuficiente: Venezuela no nació hace nueve años.

En su primera edición (2006) 100% VENEZUELA constituyó un suceso sin precedentes al acercar al público de Nueva York a un cine desconocido fuera de las fronteras del país suramericano. En tal ocasión, el Festival de Cine Venezolano auspiciado por el Centro Rey Juan Carlos I de España de la New York University, presentó una muestra centrada en la violencia como tema fundador esta cinematografía. La segunda edición, que se realizará del 23 al 27 de abril en el auditorio del King Juan Carlos I of Spain Center (NYU) contará con una muestra de películas de los setenta, ochenta y noventa, además de los más reciente de la producción cinematográfica de este polémico país petrolero, centrada en la Política, desde diversos ángulos y puntos de vista.

De la muestra, destacan los film: Postales de Leningrado (2007), postulación oficial de Venezuela para los premios Oscar; las muy taquilleras Secuestro Express (2005) y Francisco de Miranda (2006); dos de las más importantes películas de todos los tiempos: El pez que fuma (1978) y Crónica de un subversivo latinoamericano (1975) y las internacionalmente premiadas Oriana (1985) y Desnudo con Naranjas (1997), entre 14 films cuidadosamente seleccionados.

Para su segunda edición, 100% Venezuela contará con 4 simposios interdisciplinarios que traerán a Nueva York a reconocidos políticos, académicos, artistas y críticos desde diversos rincones del país y del continente. Destaca la participación de los cineastas Mauricio Walerstein y Mariana Rondón, y el político y excandidato presidencial Teodoro Petkoff, entre más de 15 invitados. Los encuentros programados son:

Liderazgo y perspectivas de la Venezuela bolivariana (Miércoles 23, 7:15 pm.) presentado por Javier Guerrero, con la participación de Teodoro Petkoff, Margarita López-Maya, Fernando Coronil, Tulio Halperin-Donghi y Luis Duno-Gottberg.

Cine y Política (Jueves 24, 7:15 pm.) presentado por Ronald Briggs, con la participación de los cineastas Mauricio Walerstein y Mariana Rondón, seguido de la premiere en Nueva York del film Postales de Leningrado.

Políticas de la pose del entre siècle venezolano (Viernes 25, 7:15 pm.) presentado por Sylvia Molloy, con la participación de Javier Lasarte, Paulette Silva-Bauregard, Nathalie Bouzaglo, Sibylle Fischer y Alicia Ríos.

Políticas de la Representación: Armando Reverón (Sábado 26, 6:15) presentado por Edward J Sullivan y Gerard Aching, conferencia magistral del crítico y curador del MoMA Luis Enrique Pérez-Oramas.

Las entradas para los encuentros y proyecciones son gratuitas. Para horarios y detalles del evento, consulte la página web, http://www.nyu.edu/kjc/100_Venezuela/.

martes, 22 de abril de 2008

Content

Hoy amanecí de mejor ánimo. Llevo meses con una tristeza que nublaba por completo mi mente. Ni siquiera había tomado un momento para apreciar la llegada de la primavera; hasta hoy había concentrado mi energía en problemas personales, en mi incapacidad de crear y en la falta de tiempo. He culpado a otros de mis frustraciones cuando soy la única a cargo de mi felicidad; ella no puede depender de otro, y de eso debo acordarme todos los días. Sólo yo puedo cambiar mi destino, o por lo menos mejorarlo. Quizás hay cosas que no puedo cambiar, como mi trabajo pero, ¿por qué pasarme los días amargada por ello? Sé que todo esto suena como sacado de un libro barato de superación personal pero a veces hay que convencerse (o engañarse) uno mismo de esas ideas positivistas para seguir adelante con el día a día. En fin, hoy me siento bien, con nuevos bríos para retomar todo cuanto haya dejado a un lado.

lunes, 21 de abril de 2008

Uno por el otro

Nunca pensé que extrañaría tanto el diminuto apartamento en Briarwood que me hizo llorar de tristeza al mudarme en él. Después de pagar los dos meses de depósito más la cuota del real estate, quise deshacerlo todo pero ya era tarde, el contrato había sido firmado. Me perturbaba la distancia, el largo caminar para llegar al metro. Sin embargo, después de vivir tres años allí, terminé enamorada del lugar, en especial de la vista que me ofrecía sus únicas dos ventanas. Desde allí pude apreciar los amaneceres más hermosos que he visto en mi vida. En las mañanas sobre el alfeizar se hacían cita varias tórtolas para tomar el sol, el mismo que iba a parar sobre mi rostro. Las cortinas transparentes de verde pálido no constituían barrera ante el nuevo día y yo, sino todo lo contrario. Hoy día despierto a oscuras, con unas aburridas y detestables persianas blancas. A mi esposo, que no le gusta sentir la claridad mientras duerme, le encanta. De todos modos, mi habitación queda al oeste. Ahora tengo de vista el patio de un par de casas, y al frente otras que igual resultan poco atractivas. Me entero del nuevo día por la alarma del celular que no sirve de mucho ya que, con el frío que hace, me resulta difícil levantarme incluso después de un tercer intento. En Briarwood la calefacción se mantenía alta, tanto que no necesitaba arroparme aún cuando afuera la temperatura llegara a los treinta grados Fahrenheit; pero, como prefiero el calor al frío, para mi era un placer andar en shorts dentro del apartamento en pleno invierno o dormir en ropa ligera. Y para dormir no era necesario tener sueño ya que, el cielo despejado, las estrellas, y en especial el plenilunio, se encargaban de entretener mis pensamientos mientras observaba desde mi cama. Con ello, recordaba las noches que pasé sobre mi balcón en Santiago, olvidaba que me encontraba en Nueva York.

Hoy día no veo la luna, ni las estrellas o el amanecer. Como todo en la vida, he tenido que sacrificar algunas cosas por otras. Al llegar a casa me encuentro con un apartamento que, aún siendo más grande y cómodo, me es extraño y ajeno pero, a contrario del anterior, guarda un esposo que me adora y que siempre me espera con los brazos abiertos para hacerme olvidar los sinsabores del día.

(Foto tomada desde mi ventana en Briarwood, 2006)

Texto amarillo

Corría como loco, cegado por un sol que cubría todo de un manto áureo e imposibilitaba agitar el paso. Corría sin llegar a ningún lado cuando, de pronto, sentí un hormigueo sobre mis piernas. Seguí la marcha pero el cosquilleo de los girasoles no me permitía avanzar. Quise detenerme, recostarme sobre ellos pero era tarde. Fue entonces cuando pensé en las posibles abejas. Comencé a correr más de prisa pero esta vez invadido por el miedo. Concentré mi energía en los girasoles a fin de mermar mi terror; imaginé todo valle cubierto de ellos, sí un valle repleto de mujercitas delgadas con grandes sombreros ocre, todas queriendo tocarme. Me reía solo y con los ojos cerrados, hasta que tropecé y me vi de frente con el pavimento. Divisé la salida del parque. Detuve un taxi y el chofer, para colmo, era chino...

domingo, 20 de abril de 2008

Inalcanzable

A veces se pierde
tras el tiempo
entre artificios
del ahora
y el mañana
que besa
ríe
desaparece

viernes, 28 de marzo de 2008

Vuelo de tres

Recital: Vuelo de tres
Poetas: Argénida Romero, Romina Bayo y Rosa Silverio
Día: Domingo 30 de marzo
Lugar: Foro Pedro Mir de la Librería CuestaHora: 11:00 a.m.


Argénida Romero nació en Caracas, Venezuela, pero desde niña reside en República Dominicana. Es periodista y escritora. Egresada de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Actualmente labora en el periódico digital Clave Digital.
En 1999 obtuvo una mención honorífica en la tercera entrega del Concurso Literario "Gastón Fernando Deligne", auspiciado por la Secretaría de Educación. En el año 2000 obtuvo el primer premio de poesía en la XXXIX edición del Concurso Literario de Navidad, que organiza el Obispado de Nuestra Señora de la Altagracia, en Higüey. Durante varios años participó del grupo literario Aída Cartagena Portalatín del Ateneo Insular. Varios poemas de su autoría han sido publicados en las antologías del movimiento interiorista.
Argénida comparte su trabajo literario e inquietudes humanas a través de su bitácora El diario de la Rosa.

“Huele a fresco Abril, con sus Lunes eternos y el aroma de vida que llega con su primavera. Ella va mostrándonos a cada paso que siempre se puede ser y estar entre todas las rosas y sus colores y sus aromas, nos despierta la eterna esperanza sin esperas ni preámbulos, esa que descansa sobre nuestros deseos. Ella es madre tierra, nostalgia, justicia, esperanza, vida. El diario de la rosa es canto de mujer.” Frank Ulloa


Romina Bayo Nació en Buenos Aires, Argentina, y reside en República Dominicana desde hace seis años. Cofundadora delprograma radial Revista Literaria "Con Buena Letra". Fue miembro del Grupo Literario “José Audilio Santana”, en Higüey. Ha sido incluida en los trípticos “Voces Latinas”, “Pasión Latina”y “Al Descubierto”. Sus trabajos fueron incluidos en la “Antología de poetas de la Provincia de la Altagracia” publicada en el 2005. También ha sido antologada en el libro de ensayos “La Narrativa de Avelino Stanley”, publicado en el 2006, en República Dominicana.
Ha sido premiada durante dos años consecutivos en el Concurso Literario de Navidad que organiza el Obispado de Nuestra Señora de la Altagracia, con el cuento “De regreso a la Fe” y los poemarios “Destellos de otoño” y “Un cielo, una tierra y un adiós”. También fue premiada en el concurso regional de poesía 2005, organizado por el ayuntamiento de La Romana, con su poema “Al Descubierto”.
En el 2006 publicó su primer obra “Danza de Soledades” y en el 2007 su poemario inédito “Nos dolerá la noche”, fue galardonado con el Premio Internacional de Poesía Joven de la Feria Internacional del Libro, Santo Domingo 2007.
Romina es la autora del blog Danza de Soledades, desde el cual comparte sus poemas, relatos e inquietudes.

“Una poesía que se desplaza más allá de los límites propios del lirismo auténtico del poema. El libro contiene un poco de su piel, su olor, sus penas y angustias, las que se componen en una solemne danza de soledades.” Ibeth Guzmán


Rosa Silverio nació en la ciudad de Santiago de los Caballeros, República Dominicana. Periodista y escritora. Coordinó por varios años el Taller Literario Tinta Fresca. Fue premiada por sus cuentos para niños “El ave que no podía volar” y “Niki”. Obtuvo el primer lugar en el concurso “Terminemos el Cuento”, patrocinado por Listín Diario y Unión Latina. Fue reconocida en el concurso Colorín Colorado por su cuento “La caja donde Alicia guarda sus secretos”.

En 2002 recibió un premio en el concurso de cuentos que organiza Radio Santa María por el relato “La mueca”, y en 2003 ganó el primer lugar en el Concurso de Cuentos, Poesía y Ensayo que organiza la Alianza Cibaeña, con el texto “La canción rota”. En 2002 publicó su primer poemario titulado De vuelta a casa. En agosto de 2005 publicó su segundo poemario titulado Desnuda.En 2005 fue reconocida como la Vencedora Absoluta del XXI Premio Internacional Nosside que organiza el Centro de Estudios Bosio en Reggio Calabria (Italia). Sus cuentos y poemas figuran en muchas antologías y han sido publicados por revistas y suplementos culturales de diversos países. Su obra ha sido traducida a varios idiomas.

Rosa mantiene una bitácora en la que publica poemas, relatos, comentarios, entrevistas a escritores dominicanos y vivencias.

“Es verdad que la poesía da para todo. Para odiar y para amar. Todo depende del estado de ánimo. Por lo menos es lo que advierto en los versos de Rosa Silverio, todo un manojo de sensibilidad a expensa de la ´imprecisión de la carne y la trágica insolencia de los huesos´.” Francisco Comarazamy

lunes, 17 de marzo de 2008

Cuando escapar no es una opción...

Al salir del LIRR y pisar la 34 no pude evitar sentir furia hacia la cuidad. Me irritaba el ruido de un camión de bomberos a tan temprana hora, los rayos de sol que apenas sirven para anunciar la llegada de otro día mientras el viento inesperado enredaba mis cabellos y el gentío no me permitía avanzar cuando de por sí estaba tarde. Llego a la oficina para concluir que después de seis años en esta cuidad ya no puedo más. ¿De que vale vivir en Nueva York si no puedo disfrutarla a plenitud? ¿De que vale cuando me paso los días trabajando y las noches encerrada en un apartamento, envuelta en una frisada porque la calefacción no es suficiente o me quiebra la piel? Sí, me he reducido a ser esclava del consumo y el alto costo de la “renta”, conformándome como muchos con pagar la electricidad y tarjetas de crédito a tiempo sin nunca llegar a palpar lo que es en realidad calidad de vida. No, tener un trabajo estable sin tiempo para mucho y vivir en un estrecho apartamento de paredes de cartón no constituye calidad. Y tal vez estoy siendo ilusa, imaginando una vida que sólo existe en películas, quizás me reuso a madurar y aceptar que esa es la realidad diaria de miles, o como diría mi madre, para obtener algo en la vida hay que subyugarse a los sacrificios que se nos imponen, etc, etc… Podría seguir con una lista de razones, excusas, (como quieran llamarle), mas no me interesa. ¿Qué mi pesimismo no me permite ver más allá de mi enfado con la cuidad? Sí, lo sé, pero hoy se me antoja andar con la cara larga y reprocharle a la cuidad lo difícil que es a veces convivir con ella. Hoy quiero tener a la cuidad como enemiga. Tal vez así me decida por fin dejarla...

En conclusión, creo que necesito unas vacaciones.

lunes, 10 de marzo de 2008

Novela de Lina Meruane

La escritora (mi profesora) Lina Meruane estará presentando este viernes su novela "Fruta Podrida". El evento tendrá lugar en Barnes & Noble, Lincoln Triangle. Junto a ella también estará presentando su libro la escritora Marta Aponte Alsina. (http://www.lartny.org/Latino).

Latino Artists Round Table with Marta Aponte Alsina & Lina Meruane
March 14, 2008 7:30 PM
Barnes & Noble Booksellers, Lincoln Triangle
Lincoln Triangle, 1972 Broadway, New York, NY 10023

martes, 26 de febrero de 2008

Descubrimiento

Búsqueda fútil hacia la nada.

El vacío es aquello que ya conozco.

Subway

Una hora de ida, otra de vuelta, cinco días a la semana. Aproximadamente 520 horas viajando en metro durante el año, sin tomar en cuenta el tiempo para ir de compras, salir a pasear y las horas perdidas por andar distraída o peor aun, por quedar dormida y dejar pasar una parada tras otra para de nuevo esperar el tren y hacer el mismo recorrido al revés.

Genial, acaba de irse el F. Un minuto antes y hubiese llegado puntual a la oficina.

Un minuto. Quién diría que tan poco tiempo implicaría gran diferencia. Un minuto en hora subway es la diferencia entre llegar al trabajo sosegada, con tiempo incluso de tomar un café, a llegar con el corazón a millón después de correr para poder recuperar los minutos perdidos y tener que soportar la mirada acusadora de mis colegas.

El E. Mejor tomarlo porque quién sabe cuando llegará el F.

No hay mejor excusa como el tren para cuando se llega tarde. Tampoco hay mejor lugar como éste para empezar el día de mal humor. ¿Será que este señor no me ve o acaso me ignora? Entre su espalda y la puerta del vagón no queda más que mantenerme estática. Se equivoca quien considere el metro un viaje placentero, aunque la situación es distinta siempre y cuando no se ande en pleno rush hour. Entonces se puede viajar tranquilo, leer el periódico con la misma placidez que en casa solo que, en vez del ruido irritante del televisor, hay toda una amalgama de entretenimiento gratis y en vivo.

Roosevelt Avenue.

Abren las puertas y rápidamente intento tomar un poco de aire pero un codo golpea mi espalda, no puedo voltearme porque el señor en frente de mí va sujetado del brazo y, de mover la cabeza no podré enderezarla sin rozar mi nariz sobre sus axilas. Y pensar que la próxima parada está a unos quince minutos. La desgracia del tren express. Mejor permanezco quieta. A mi lado izquierdo solo escucho un rap desde unos audífonos, los cuales, al parecer, cada día son hechos de peor calidad porque no hay persona que escuche música sin compartirla con todos, quieran o no. En ese sentido esta cuidad es extraña y contradictoria. Aquí no se comparte nada, la gente normalmente no saluda, no le gusta ser molestado con la música ajena y es centinela de su privacidad. Sin embargo, subes al tren y te encuentras con que nada de eso existe dentro del vagón, allí somos otros. De repente somos más tolerantes, no reclamamos a quien lleva la música alta, socorremos a quien está a punto de caer con el remeneo del tren, compartimos el periódico con quien tenemos al lado y aceptamos el roce de otros cuerpos con sorprendente naturalidad.

Queens Plaza.

Más gente. La desesperación por llegar definitivamente nos hace más transigentes. ¿O será que las luces fluorescentes nos bloquean parte del cerebro? Dudo que en otro lugar estemos dispuestos a soportar tantos pormenores para arribar a un lugar. Necesito aire. Falta unos minutos para entrar a Manhattan, entonces se vaciará el vagón y podré, por lo menos, mover las piernas. Ya cuando hay espacio podemos fijarnos en los demás (sin mirarlos a los ojos, claro) y encontrar en cada rostro un poco de Nueva York. Cada faz es una historia nueva, cada sonrisa una alegría que en cierto modo nos conforta, cada mirada que se pierde un pensamiento que nos lleva a imaginar un sin fin de posibilidades, cada…

42nd Street.

Cuán rápido se avanza cuando no se está pendiente. ¿Por dónde iba? Sí, por US$2.00 el subway sirve de guía turística, llevándote desde Coney Island al estadio de los Yankees en el Bronx, o al Shea de los Mets en Queens, así como tomar al ferry desde Manhattan para llegar al olvidado Staten Island. Los diseños de cada estación reflejan un poco la cultura que predomina en el área, así como su mantenimiento (en especial la cantidad de óxido que baña sus paredes) dice algo del nivel de ingreso o relevancia del sector para la cuidad.

34th Street. Transfer to local R.

Hay estaciones que no dicen nada, como ésta en que sólo ves bolsas de tiendas comerciales y turistas, aunque a tan temprana hora sólo sirve para trasladarse de un tren a otro. Me vence el sueño. Muchos de los presentes llevan los ojos cerrados, es difícil no hacerlo cuando conoces el trayecto de memoria y no puedes hacer más que mirar el suelo o cerrar los ojos si no llevas algo de leer. En mi caso, estoy tan acostumbrada al vaivén del tren que desde que me siento no puedo evitar dormir…

8th Street.

Por poco quedo dormida. 9:14AM. Es tarde, a caminar de prisa. Dejar atrás el mundo del subway para integrarme a Manhattan donde, al igual que el tren, nos acomodamos a un horario y modo distinto de proceder.

lunes, 25 de febrero de 2008

Noches de Cornelia


Esto me llegó vía email. La editora es una querida compañera de estudios.

NOCHES DE CORNELIA / CORNELIA NIGHTS
Book Presentation, Reading and Party.
In celebration of the Bilingual Poetry Readings.
Hosted by Madeline Millán
This anthology presents a multicultural experience of contemporary poets.
Dedicated to Angelo Verga

Wednesday March 26th, 2008 / 6:00PM

THE CORNELIA STREET CAFE
29 Cornelia Street, NYC 10014
Information: (212) 989-9319

Cover $7 (includes one house drink)
Book contribution $10

Cornelia's Street and Forth Street
Direction by train: A, C, E, B, D, F, V to Wash. Sq.; 1, 9 to Christopher St.-Sheridan Sq.
For more information go to: http://www.corneliastreetcafe.com/

viernes, 15 de febrero de 2008

Imposibilidad

Tiempo. La misma queja de siempre. Ahora mismo tengo la cabeza llena de cosas que quiero escribir y contar, mas no puedo. Escribo estas líneas de prisa por la necesidad de desahogarme, por no poder callar otro segundo. Quisiera sentarme a contestar emails, responder a los comentarios del blog, revisar los ejercicios de la universidad… sacar toda esta marea que llevo dentro para poder cerrar los ojos y descansar. Pero no, me esperan los emails infinitos de la oficina, reuniones por organizar y asuntos ajenos a los que debo atender.

Está soleado y el frío ha mermado. Quiero salir. Quiero escribir. Lamentablemente habrá que esperar el fin de semana.

viernes, 1 de febrero de 2008

Lo cotidiano

La cotidianidad la arropa, la envuelve, la seduce con su abrazo dejándola ansiosa de unas sábanas, de un hueco en el cual perderse, de un disfraz que oculte su invisible llanto.

La locura asecha desde la sombra y ríe, amenaza con poseerla mientras a ella se le agotan las fuerzas y le hastía la inercia, la tortura de existir, ese morir cada día, el deambular con la sangre fría, amanecer todos los días junto al reloj, aquel que dicta cada movimiento y proceder, así como también lo aniquila.

Cruz

Me he cansado de esta lucha, de este querer ser algo que desconozco, de este rechazo a mi misma, a lo que soy o pretendo ser. Cansada de la insuficiencia, de esta nube gris que llevo en el pecho, en la frente, entre los dedos. Cómo seguir con tantas interrogantes, con este cuestionarlo todo, hasta el respirar. Cómo seguir cuando pesa tanto la vida que el sujetarla se hace imposible y uno termina llevándola a empujones, casi por obligación, como una cruz, destino que es menester aceptar.

Me he cansado de esta búsqueda inútil, este empeño por hacer más de lo que pueden mis manos, mi cuerpo. Toda una vida corriendo hacia no sé donde, con la esperanza de que en algún momento habrá una luz, una señal que me indique la salida, el lugar al cual pertenezco. Sin embargo sigo en el mismo trayecto, aquel olvidado por el sol, sin indicios de un final, un porqué. Y en tanto, el cuerpo está exhausto y el corazón herido, sufrido como las rocas en el fondo del río, sin esperanza cierta de algún día ver la claridad, de saborear la libertad.

miércoles, 30 de enero de 2008

Más que versos

A veces quiero dejar de ser poeta,
ser mucho más que versos,
ideas gastadas por argumentos.

Imaginar un mundo sin límites,
tierras que converjan en otras,
mezcla de colores y lenguas.

Olvidarme entre lo real e imaginario,
lo verosímil e imposible.
Esconderme detrás de un nombre, una máscara.
Vestirme de títere o de maga,
de político o de ermitaño.

Pretender que no siento
y que al final,
no sólo concluye la escena
sino que comienza una nueva historia,
una oportunidad para reinventarme,
para ser gaviota, tortuga,
tal vez una mujer oculta entre capas de seda,
elefante vestido de flores y bordados.

Dejar de desnudarme entre líneas
y flotar entre nubes,
cuando aún llevan mis pies
la humedad de la tierra.

Quiero bañarme de tinta,
ser un borrón sobre el papel.
Ver emerger de mi pluma
mundos absurdos, inconexos;
que las historias nazcan y mueran
con la rapidez del día.
Ser hoy la lumbre y silencio,
mañana la noche y el miedo.

martes, 22 de enero de 2008

Ridículo

Estoy hecha un desastre, apenas logro comprender el teclado. No debería escribir en estas condiciones pero no me importa. Río porque estoy tocando el teclado como si fuese un piano, con suma extrema delicadeza como para no destruirlo; como si fuese a salir volando si presiono muy duro las teclas. En verdad no puedo escribir, no debería escribir en este estado. Pero al mismo tiempo, ¿a quién le importa? Me conformo con mi amaretto y jugo de naranja. No me importa si tardo demasiado en escribir una oración y confundo una letra con otra. Mañana podré hacer correcciones, cuando me encuentre con la mente la clara y pueda pensar (si es que quiera hacerlo) en lo correcto o no, en lo ridículo que es todo esto.

domingo, 13 de enero de 2008

Anoche soñé que era un ave

Anoche soñé que era un ave.
Recorría un mar de quietud
hasta divisar, por entre la niebla,
tejados alineados uno tras de otro
como fichas de dominó.
En un puerto se daban cita
la cuidad y el mar.
Me detuve entre la gente
y las observé en silencio.
Aun insignificante entre ellos,
sentía que el mundo
latía bajo mis alas;
y como gotas de lluvia
perseguidas por el viento,
se escurría de mi cuerpo
todo rastro de quien había sido,
quedando estática,
perpleja ante la libertad
de horizontes y vuelos infinitos.

Limpiando y excavando viejos poemas

Hoy estoy releyendo viejos poemas y corrigiendo cada uno. Una de mis metas para este año es salir de ellos. Sí, sé que suena algo extraño pero quiero terminar con ellos y no volver a verles, salvo que sea por que se han publicado y es menester hacerlo. Sí, también sé que suena ambicioso pero si no me propongo esto, estos poemas permanecerán por siempre en mi archivo de asuntos pendientes y por pensar tanto en qué hacer con ellos nunca escribiré otros. Necesito cerrar esos capítulos en mi vida para comenzar uno nuevo; y es que cada poema forma una parte de mi pasado que debo dejar atrás. Como dice José José, ya lo pasado pasado. Quizás por ser estos poemas (en su mayoría) de un tiempo lejano, me ha sido increíblemente fácil quitarle no sólo palabras sino hasta versos completos; cosa que antes nunca pude hacer por estar muy apegada a ellos. Cada poema era algo mío y el reemplazar un verso era darle muerte al mismo. “No puedo cambiarlo porque si lo hago, perdería todo el sentido que tenía cuando lo escribí”. Tonterías. Si algo aprendí el semestre pasado es que no sólo hay que escribir, sino reescribir una y otra vez. Los sentimentalismos hay que dejarlos a un lado porque si voy a tomar un poema en serio, no puedo verlo con los ojos del corazón. Además, si no lo corrijo yo, va venir otro que no me ve hacer el favor de corregirlo o darme sugerencias sino que lo va acabar y echar al olvido junto con toda mi poesía, la haya leído o no.

Y en eso estoy, limpiando mi computador y excavando textos para poder tener algo concreto y hacer realidad uno de mis tantos proyectos sinfín.

sábado, 12 de enero de 2008

Atlas

Sientes el mundo sobre tus hombros y vas perdiendo el equilibrio, las fuerzas en los brazos, las piernas, el alma. El mundo va cayendo mientras tus manos son tragadas lentamente por la tierra.

jueves, 10 de enero de 2008

Comenzando el nuevo año

Hoy comienza, para mí, el nuevo año. Después de saludar al 2008 con un resfriado de diez días y un mal humor que apenas mejoró anoche, hoy tengo ganas de comenzar de nuevo, de estar contenta, de proponerme metas (sean irrealizables o no) para el nuevo año. Debo dejar atrás mis frustraciones y sacar energía de donde no la tenga para poder hacer todo cuanto quiero. Ese es un grave problema (o más bien defecto) para mí: el querer hacer tanto para luego no hacer nada y, al final, terminar enfadada conmigo misma. Llevo un par de meses molesta con mi inercia, con mi incapacidad de levantarme temprano para rendir los días y luego quejarme de la falta de tiempo, furiosa por no poder concentrarme al leer y escribir, harta de quejarme todo el tiempo, si parezco una vieja cascarrabias y todavía no he cumplido los tan temidos treinta. ¡Basta ya! A partir de hoy comenzaré a organizar mejor mi tiempo y evaluar mis prioridades; a aceptar que estoy casada y que, aunque no quiera, debo acostumbrarme a todo lo que eso conlleva -que en su mayoría son cosas positivas pero hasta ahora solo he logrado ver las pequeñeces que de vez en vez me incomodan-; dedicarme por completo a mi maestría, lo cual requiere mucha lectura y escritura; cuidar mejor de mi salud y bajar de peso; sacar por fin la licencia de conducir y así pasar menos piques con el tren; pero sobre todo, este año pretendo sonreír más a menudo y disfrutar mi vida, la cual ha sido muy bendecida a pesar de los problemas y pormenores comunes a todo el mundo. Este año será de menos estrés y una nueva oportunidad para reencontrarme conmigo misma, hacer las cosas que disfruto y que he dejado a un lado.